El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que impondrá aranceles adicionales del 10% sobre importaciones de productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, mientras continúen las negociaciones que buscan distender las tensiones comerciales.
Este nuevo arancel entraría en vigor desde el próximo 1 de septiembre y abarcaría a todos los productos importados desde el país asiático.
En Twitter, el presidente Trump informó lo siguiente:
Nuestros representantes acaban de regresar de China, donde tuvieron conversaciones constructivas que tienen que ver con un futuro acuerdo comercial. Pensamos que teníamos un acuerdo con China hace tres meses, pero lamentablemente, China decidió renegociar el acuerdo antes de firmarlo. Más recientemente, China accedió a comprar productos agrícolas de los Estados Unidos en grandes cantidades, pero no lo hizo. Además, mi amigo el presidente Xi dijo que detendría la venta de fentanilo a los Estados Unidos, ¡esto nunca sucedió y muchos estadounidenses siguen muriendo! Las conversaciones comerciales continúan, y durante las conversaciones, Estados Unidos comenzará, el 1 de septiembre, poniendo un pequeño arancel adicional del 10 por ciento sobre los 300 mil millones de dólares restantes de bienes y productos procedentes de China a nuestro país. Esto no incluye los 250 mil millones de dólares ya tarifados en el 25%. Esperamos continuar nuestro diálogo positivo con China sobre un acuerdo comercial global, y creemos que el futuro entre nuestros dos países será muy brillante.
Our representatives have just returned from China where they had constructive talks having to do with a future Trade Deal. We thought we had a deal with China three months ago, but sadly, China decided to re-negotiate the deal prior to signing. More recently, China agreed to…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 1, 2019
Wall Street cayó y los precios del petróleo se hundieron después del anuncio de Trump.
Negociadores de ambos países concluyeron conversaciones de dos días el miércoles en Shanghái con pocas señales de progresos, aunque las describieron como constructivas. Otra ronda de encuentros fue programada para septiembre.
Estados Unidos y China han estado encerrados en una guerra comercial marcada por un aumento mutuo de los aranceles desde el año pasado. Las tensiones han perturbado las cadenas de suministro a nivel mundial y golpeado a los mercados financieros.
Fuente: Excélsior