La voz de los estados
La detención de Luis Ángel “N”, identificado como el agresor del periodista Juan Manuel Jiménez, es sin duda valiosa.
Lo es por el hecho mismo, es decir, castigar, con base en la ley, al agresor de una persona valorando las lesiones ocasionadas.
Es valiosa también porque desvió, parcialmente la atención del movimiento que se manifestó ese día.
Y finalmente es valiosa porque sienta un precedente para los grupos de choque, bien identificados y que, por décadas, en tiempos recientes, han desvirtuado la expresión publica más importante, el derecho a manifestarse.
¿Cuántos actos, marchas, concentraciones, de gran contenido social, se han empañado por la presencia de estos grupos? ¿Cuántos esfuerzos de la sociedad por alzar la voz, se han devaluado por los actos vandálicos de sujetos así?
Desde la tradicional marcha del 2 de octubre hasta aquellas por la seguridad. La causa no importa, sino la mano política que los mueve.