La policía de la Ciudad de México no está rebasada, porque se evitó una escalada de la violencia, dijo el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, al asegurar que lo que el gobierno capitalino maximizó en la movilización de mujeres fue el cuidado y la protección de la gente, pero advirtió que no habrá impunidad.

Insistió en que no intervinieron los elementos policiacos para evitar una «escalada de la violencia» y precisó que ello no significa que no se aplique la ley, que no haya actos jurídicos, porque ya se iniciaron diversas carpetas de investigación por daños diversos.

A pesar de los daños materiales en la estación del Metrobús de Insurgentes, al igual que la estación de policía Florencia, que fueron destrozadas, y de las diversas pintas en el Ángel de la Independencia, el jefe de la policía capitalina dijo que el saldo de la movilización fue blanco y admitió que existen costos por las decisiones, pero dijo que lo importante era preservar la integridad de los manifestantes.

«La policía no está rebasada, la policía actuó de acuerdo a las decisiones que se tomaron y que hoy podemos decir que al final del día fuera de los lesionados hay un saldo blanco, que era el que nos importaba por sobre todas las cosas porque esto pudo haber tomado dimensiones de otra naturaleza», expresó.

Entrevistado tras la reunión del gabinete de seguridad, mencionó que sabe que existen costos que se asumen porque antes de cualquier situación, lo más importante es preservar la integridad.

«Sé que hay costos de las decisiones, nosotros valoramos que el costo de las decisiones que tomamos fue inferior al que se hubiera dado si hubiéramos tomado otras decisiones», comentó.

«Cualquier escalada de la violencia puede derivar en cualquier cosa», insistió al mencionar que participaron dos mil uniformados en los diferentes puntos de las movilizaciones y se registró una participación de 3 mil 500 manifestantes.

Dijo que se identificaron a personas que participaron en las protestas del lunes que causaron destrozos ayer.