Sin embargo, esta es la velocidad a la que los Walton, la familia detrás de Walmart, incrementan su fortuna desde la última edición del ránking de Bloomberg de las dinastías más ricas a nivel mundial.
A ese ritmo, su patrimonio ya sumó otros 23 mil dólares más desde que empezaste a leer esta nota. En contraste, un trabajador de Walmart en Estados Unidos habrá ganado 6 centavos en ese tiempo, para llegar a 11 dólares por cada hora de trabajo.
Incluso para una época donde las increíbles fortunas ‘chocan’ con una creciente desigualdad, el contraste es apabullante. Los herederos de Sam Walton, el fundador de Walmart, están amasando miles de dólares a una escala sin precedentes… y no son los únicos.
Desde que se pusieron a la cabeza del ránking de Bloomberg de las familias más ricas en 2018, los Walton aumentaron su fortuna de 39 mil a 191 mil millones de dólares.
Pero otras dinastías empresariales estadounidenses no se quedan atrás: La familia Mars, conocida por sus dulces M&M, entre otros, sumó 37 mil millones de dólares a sus arcas que, en total, tienen 127 mil millones de dólares.
Los Koch, una dinastía que extiende su ‘poder’ desde la industria hasta la política de EU, se embolsaron 26 mil millones de dólares más, para llegar a 125 mil millones de dólares.
Y este patrón se repite en todo el mundo. El 0.1 por ciento de los estadounidenses más adinerados tienen más dólares que en cualquier época, al menos desde 1929, pero sus contrapartes en Asia y Europa también les ‘hacen sombra’.
Actualmente, las 25 dinastías más ricas del mundo tienen en sus manos alrededor de 1.4 billones de dólares, 24 por ciento más que en 2018.
Para los críticos del capitalismo, esas cifras demuestran que el sistema necesita cambios, sobre todo cuando la desigualdad económica ya es un tema político ‘explosivo’, desde París a Seattle y hasta Hong Kong.
Pero, ¿cómo se reduce esta separación cada vez más grande entre los ricos y los pobres? Algunos multimillonarios han empezado, por ejemplo, a mostrarse más favorables a la idea de pagar más impuestos por su patrimonio.
«Si no hacemos algo, ¿qué estamos haciendo, acaparando más riqueza, en un país que se está desmoronando?», declaró en junio Liesel Pritzker Simmons, cuya familia ocupa el puesto 17 en la lista de Bloomberg. «No queremos vivir en un Estados Unidos así”.
¿Y qué dicen en Arabia Saudita?
La familia real de Arabia Saudita (La Casa de Saud) tiene un patrimonio cercano a los 100 mil millones de dólares, provenientes de pagos acumulados en los últimos 50 años de la Royal Diwan, la oficina ejecutiva del rey.
Sin embargo, esa es una cifra baja cuando se toma en cuenta que el gigante petrolero Saudi Aramco, una de las ‘piedras angulares’ de la economía del reino, es la compañía más rentable del mundo. Los saudíes prevén hacerla pública con una valuación cercana a los 2 billones de dólares.
Calcular fortunas dinásticas no es una ciencia exacta. Patrimonios con décadas o incluso siglos de activos y dividendos pueden ser difíciles de cuantificar. El patrimonio neto de los Rothschild o Rockefeller, por ejemplo, es demasiado difuso para valorarlo.
Pero de los que podemos rastrear, la mayoría está cosechando las recompensas de tasas de interés ultrabajas, recortes de impuestos, desregulación e innovación. Koch Industries, por ejemplo, tiene una vertiente en el capital de riesgo, mientras que la última generación de los Walton está estableciendo sus propias empresas.
Otros grandes ganadores son los propietarios de la casa de moda Chanel y la familia italiana Ferrero, cuya marca incluye a Nutella y las mentas Tic Tac. En India, la fortuna de la familia Ambani pasó de 7 mil a 50 mil millones de dólares.
En total, las 25 familias más ricas del mundo tienen 250 mil millones de dólares más que el año pasado.
Sin embargo, no todos los ricos están viendo crecer su dinero a la misma velocidad. Hay algunos que, incluso, han perdido dólares.
La familia Quandt cayó ocho lugares en el ránking de Bloomberg después de un año pobre para BMW, que ha luchado contra las tensiones comerciales y la desaceleración de los mercados mundiales a medida que invierte en vehículos eléctricos autónomos. Las familias Dassault, Duncan, Lee y Hearst también perdieron posiciones en la lista.
La guerra comercial declarada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra China podría representar un pico en el crecimiento de las fortunas de los más ricos a medida que la preocupación por una recesión global se incrementa.
«Puede ser muy difícil preservar la riqueza a largo plazo», explicó Rebecca Gooch, directora de investigación de Campden Wealth, una empresa de educación para beneficiados por la riqueza generacional.
“Las empresas familiares pueden pasar de la bonanza al declive o el portafolio de esos grupos puede no estar bien diversificado o pueden presentarse problemas cuando haya un ‘cambio de mando’ generacional”, advirtió.