La economía de México transitará un entorno complicado en materia económica por diversos factores entre ellos tensiones comerciales entre Estados Unidos y China lo que genera desaceleración de la actividad manufacturera pero al mismo tiempo una relajación de la política monetaria en las principales economías, señaló el informe Situación México elaborado por BBVA, para el caso de la economía nacional el pronóstico de crecimiento está por debajo del 1 por ciento, así lo advirtió Carlos Serrani economista en jefe de ese grupo financiero.
«Mantenemos nuestra previsión de crecimiento en 0.7 por ciento para este año, y de 1.8 por ciento para el 2020 y ésto lo que nos muestra es una economía del país, que está en una etapa significativa de desaceeración, la economía creció, la primera mitad del año, a una tasa de 0.3 por ciento , es una economía que venía creciendo a tasas del 2.0 entonces, eso nos muestra el tamaño de la desaceleración, que se refleja en buena medida en un mercado laboral que hoy es bastante menos dinámico de lo que era hace algunos años, en junio la creación de empleos formales fue el registro más bajo que se veía en éste país desde el 2010».
Recordó que la caída en el empleo es similar al que se registró hace 9 años cuando la economía mexicana enfrentaba la crisis financiera global, lo cual afirmó, no se presenta en el actual contexto. En cuanto a la inflación, señaló que tiene un buen comportamiento, por lo que anticipo se podría observar un ciclo de relajación por parte del banco central.
«Por lo tanto creemos que el Banco de México, está por iniciar un ciclo de relajación monetaria que estimamos nosotros puede llevarlo a bajar la tasa en 50 puntos básicos éste año y en 100 puntos básicos el año que viene».
Finalmente señaló qué hay un subjercicio del gasto público del orden del 6.0 por ciento en la primera mitad del año, lo que permitiría al gobienro cumplir con el superávit de 1.0 por ciento planteado por la administración. Entre los diversos retos que visualiza prevalecen está el tema PEMEX, por que su plan de negocios marginalmente apoya a la empresa, pero no resuelve los problemas estructurales ni con ello se aligerarán las presiones fiscales que tiene el gobierno para apoyar a Pemex.
Fuente: Enfoque Noticias