Peter Diamandis —reconocido médico, empresario y ‘futurólogo’ estadounidense—, reunió 50 predicciones sobre avances tecnológicos que muy probablemente provoquen cismas en el mundo como lo conocemos hoy. Diamandis las publicó a finales de febrero del año pasado y a partir de esa fecha inicié una serie de columnas dedicadas a describir y en algunos casos comentar sobre estas predicciones: parte I, 27 de febrero; II, 13 de marzo; III, 3 de abril; IV, 10 de abril; V, 17 de abril; VI, 31 de julio (todas en 2018). Hoy finalmente termino con las ocho que me faltaban, en orden cronológico.
Para el año 2034, quienes apoyaron a Diamandis para proyectar los avances tecnológicos y su cronología anticipan que (siguiendo la numeración de las columnas anteriores):
(43) Empresas como Kernel anuncian avances significativos en lograr conexiones robustas y confiables entre la corteza del cerebro humano y ‘la nube’. Si bien en la predicción (40) Diamandis habla de que en el año 2032 ya será posible que nuestro cerebro -a nivel corteza-, se conecte con el Internet en tiempo real, poder lograr niveles confiables de conectividad con la nube es un objetivo mucho más ambicioso debido a que el acceso a datos se vuelve prácticamente parte integral de nuestra mente; (44) la inteligencia artificial (Artificial Intelligence o AI) va a permitir que se puedan tanto plantear, como resolver nuevos problemas científicos, en los que el nivel actual de comprensión del cerebro humano no será suficiente para entender la complejidad de dichos retos, por lo que se necesitarán utilizar herramientas de inteligencia artificial para aumentar nuestras habilidades y poderlos entender; (45) ¡¡¡Gran noticia!!! Se resuelven una gran cantidad de problemas relevantes que la humanidad no había podido resolver a lo largo de la historia. Aquí Diamandis pone de ejemplo dos grandes problemas: Cáncer y la pobreza. Pero imagino que con el conocimiento que se necesita para resolver esos dos problemas, considero probable que para este año también ya se hayan podido resolver la diabetes, la depresión, el calentamiento global y la extinción de las especies, entre otros; y (46) las labores de servicio doméstico, mayordomos, enfermeras y nanas se llevan a cabo totalmente por robots y se convierten en ‘verdaderos’ compañeros del ser humano. Un aspecto importante que subraya Diamandis es que estos robots van a permitir que se extienda el periodo de tiempo en el que los seres humanos de edad avanzada pueden vivir de manera independiente.
Ahora, dos años más tarde, en el 2036, Diamandis vaticina que ocurrirán tres cosas: (47) Los tratamientos para aumentar la longevidad de manera mayoritariamente exitosa ya estarán disponibles e inclusive podrían estar cubiertos en los seguros de gastos médicos, extendiendo la expectativa de vida entre 30 y 40 años más (e.g. en países en donde es de 80 años, se extendería a 110-120 años); (48) se construyen ‘ciudades inteligentes’ y se van transformando las existentes. Diamandis comenta que estas ciudades serán ‘hiper eficientes’ en la utilización de energía solar, así como en la producción y distribución de comida y la provisión de transporte público seguro; y (49) las empresas y las ciudades contarán con servicios asistidos de manera casi omnipresente por inteligencia artificial (AI), haciéndolos infinitamente más eficientes.
Por último, la predicción número 50, que quienes apoyaron al futurólogo Diamandis comentan que para el año 2038…
(50) La vida cotidiana será irreconocible al ojo humano actual, en particular debido a la ‘híper realidad virtual’ (hyper VR) y la inteligencia artificial, que estarán presentes en todo el mundo y en todos los aspectos de la vida del ser humano. Con solo ponerse los lentes y algunos aditamentos de realidad virtual o tal vez con la pura conexión de nuestra corteza cerebral al dispositivo VR, podremos vivir en el Castillo de Chapultepec, o en la Capilla Sixtina o en el ‘Halcón Milenario’ de la ‘Guerra de las Galaxias’, experimentar
una visita al museo que queramos sin movernos físicamente, sin hacer filas, sin experimentar ningún tipo de incomodidad o convertirnos en algún héroe histórico o de ciencia ficción, volar, manejar el Batimóvil o un auto de Fórmula 1.
Twitter: @G_Casillas
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.