El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) calificó como una “buena señal” el reciente acuerdo para impulsar el sector energético con el gobierno federal, pero es conveniente aclarar las condiciones que regirán las inversiones privadas.
“Lo ideal sería aclarar condiciones que doten de la seguridad y flexibilidad necesarias a la inversión privada para participar en exploración y explotación de petróleo en todo tipo de campos”.
Señaló que hacerlo permitirá recuperar los niveles de producción y reservas de crudo de manera sostenible, aumentar la extracción y oferta nacional de gas en México, reiteró en su análisis semanal.
También se podrá competir en proyectos de generación de electricidad, de fuentes tradicionales y renovables para asegurar el abasto y los márgenes suficientes e invertir en petroquímica.
“La coyuntura requiere de un entorno de certidumbre jurídica y pleno Estado de derecho que sirva de estímulo para que las empresas lleven a cabo efectivamente sus planes particulares de inversión y que la inversión productiva del país se concrete».
Consideró que sólo mediante una correcta asignación de rentas y utilidades entre los sectores público y el privado, como de riesgos entre ambos, puede solucionar los problemas de combustible en el mediano y largo plazo.
De manera adicional, indicó, la cantidad y calidad de recursos de los empresarios traería casi de inmediato una derrama para impulsar la actividad económica en el corto plazo.
Esto porque el constante ajuste a la baja de los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el siguiente no sólo confirman la desaceleración de la actividad productiva, sino también la preocupación por las decisiones económicas y políticas instrumentadas por el gobierno federal.
En días pasados, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que con la incertidumbre observada en México se genera una débil inversión, por lo cual redujo su perspectiva de crecimiento económicos 0.9 por ciento por segunda ocasión en la va del sexenio.
Citibanamex también ajustó sus pronósticos y calculó que la economía crecerá 0.2 por ciento desde 0.9 por ciento para este año y a 1.2 por ciento para 2020.
El CEESP reiteró que algunas decisiones del gobierno, como el proceso de arbitraje de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la aprobación de la Ley de Austeridad Republicana en el Senado y el plan de negocios para rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex), “no han sido los más acertados para revertir la tendencia al estancamiento o la recesión”.
Fuente: Crónica