Si algo es seguro con los microsismos, es que seguirán registrándose en un corto plazo en la Ciudad de México, aunque su persistencia es incierta.
Luis Quintanar, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM y responsable de una red de monitoreo de dichos fenómenos en la Capital, explicó que el llamado «enjambre sísmico» por el que se registran los últimos temblores, tiene sus particularidades.
Aunque no es frecuente, tampoco es insólito, recordó, ya que una racha de sismos similar a la que se registra ahora, ocurrió en febrero de 1981, en la zona de Mixcoac.
Aquella vez, dijo, unos 14 sismos fueron reportados, cifra ya superada en esta ocasión.
«Puede durar todavía unos cuantos días, es muy difícil que un enjambre dure varias semanas, eso ya es más improbable, lo que realmente ocurre es que ocurre a lo largo de unos cuantos días», dijo el especialista.
«Tampoco se puede asegurar que mañana o el fin de semana ya no van a ocurrir porque es imposible predecir los sismos, sin embargo, los enjambres se dan por días, no por periodos de varias semanas, eso no se da frecuentemente», añadió.
Quintanar recordó que la CDMX es una zona sísmica y que son fenómenos naturales, ajenos a las actividades humanas actuales.