Más de mil 300 bomberos, con el apoyo de aviones y helicópteros, luchaban sin tregua este domingo contra un gran incendio que asola una región montañosa del centro de Portugal, donde el fuego matóen 2017 a más de un centenar de personas.
El incendio en la región de Castelo Branco se declaró el sábado, y hasta el momento ha dejado 20 heridos, ocho bomberos y doce civiles. Uno de los civiles, con graves quemaduras, fue evacuado en helicóptero a Lisboa, 200 kilómetros al sur.
A media jornada seguían movilizados más de mil 300 bomberos, apoyados por 400 vehículos, según el sitio web de Protección Civil. La mayoría de efectivos estaban situados cerca de la localidad de Vila de Rei.
Tres bomberos heridos de levedad lo fueron por un choque entre dos vehículos de socorro.
Solamente el incendio de Vila de Rei sigue activo, tras progresar 25 kilómetros desde su punto de origen, declaró el ministro de Interior portugués, Eduardo Cabrita, en rueda de prensa.
Otros dos fuegos fueron controlados el sábado por la noche.
«El origen de los incendios está siendo investigado. Aquí hay algo raro: ¿cómo puede ser que cinco fuegos de dimensiones significativas hayan empezado en lugares tan cercanos?», se preguntó el ministro, en aparente alusión a una pista criminal.
Las autoridades no evacuaron por el momento ningún pueblo, pero los servicios de protección civil aseguraron que tomarían esa decisión «sin dudarlo si se agrava la situación».
El ejército también se movilizó, con el envío de 20 soldados y maquinaria pesada para abrir vías y facilitar el acceso a los bomberos.
Fuente: Excélsior