En el marco del Día Mundial de la Conservación de los Suelos y con objeto de impulsar la agricultura sustentable, el Gobierno del Estado de México invierte recursos para establecer lombricarios y biodigestores para productores de la entidad.
A través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) y el Programa Familias Fuertes con Apoyos Agrícolas en su componente Fomento a la Agricultura Orgánica y con una inversión de casi un millón de pesos, el Gobierno de Alfredo Del Mazo Maza ha instalado 31 biodigestores y lombricarios para la fabricación de productos orgánicos que beneficien de manera integral a los suelos y al medio ambiente en general.
Como un caso en el que la capacitación es parte importante de los apoyos que brinda esta Secretaría, Sustentabilidad Innovación Liderazgo de Agroinsumos para el campo (Silagro) es una empresa familiar que ha recibido apoyo técnico como acompañamiento permanente para el crecimiento de esta unidad de producción.
Así lo explicó el ambientalista y propietario, Juan Antonio Domínguez González, quien junto con sus padres y hermanos desde hace 10 años convierten el estiércol de caballos, conejos, puercos y otros ganados en materia orgánica que beneficia no sólo al suelo, sino al medio ambiente en general.
“Silagro comenzó hace 10 años con una granja de puercos, mis padres se dan cuenta de que la cerdaza, que es el estiércol de puerco, era un problema, que los residuos podían acidificar el suelo, irse a los mantos freáticos y generar un problema mayor”, dijo Domínguez González.
Con esa conciencia ecológica, los dueños de Silagro investigan alternativas para deshacerse del estiércol y descubren la lombricultura.
Hoy Silagro produce 400 toneladas anuales de fertilizante y 10 mil litros de lixiviado que se venden en el mercado mexiquense, especialmente en el corredor florícola del Estado de México.
Gracias a su granja de conejos, Silagro produce 100 kilogramos diarios de estiércol, materia prima que ya viene enriquecida con nutrientes, ya que los conejos consumen vegetales que se cultivan con su propia lombricomposta y lixiviados para generar un ciclo totalmente sustentable.
Una vez colectado el estiércol de los conejos se suma materia prima que recolectan de ranchos aledaños, en la que hay estiércol de caballos, borregos, reses y otros como frutas y vegetales “los pasamos a la zona de precomposteo para preparar el alimento adecuado y en tiempos específicos para la alimentación de la lombriz”, señaló.
En este proceso de alimentación, digestión y defecación de la lombriz roja californiana, la materia prima se va llenando de nutrientes que, como lo explica Juan Antonio, no sólo ayuda a dar alimento a los vegetales, sino que le va a aportar micronutrientes y bacterias a los suelos, ampliando las posibilidades productivas de la agricultura.
“La lombriz roja californiana es un animal maravilloso que no tiene ninguna enfermedad, se pueden hacer muchas cosas como cosméticos, pan y medicamentos, es un mundo y nosotros estamos aterrizándolo en insumos para el campo”, dijo.
Entre los productos que ofrece Silagro están la vermicomposta, que es el excremento de lombriz y sirve como abono rico en nutrientes y lixiviados de lombriz o humus líquido, utilizado como fertilizante orgánico.
Cabe señalar que cada lombricario que establece el Gobierno del Estado de México cuenta con un área de composteo, camas de producción, área de captación de lixiviados, área de enriquecimiento de lixiviados y área de cribado y envasado de productos sólidos y líquidos para su comercialización.
“El Gobierno del Estado de México nos ha apoyado con capacitaciones y mucha información, nos brinda asesorías para seguir capacitándonos en toda la gama exterior de nichos de mercado de dónde podemos establecer nuestros productos y hasta cómo formar una empresa bien establecida”, finalizó.