Las grandes extensiones de sargazo que se han observado las últimas semanas en el Caribe mexicano, son apenas una parte del problema que tiene a empresarios, investigadores y gobierno en la búsqueda de una solución a largo plazo, pues el arribo de la macroalga, de 2011 a la fecha, va en aumento.
El daño ecológico, ambiental y turístico es tema de cumbres mundiales, reuniones de los tres niveles de gobierno y hasta de los ciudadanos, que en la tarea por evitar que inunde el litoral, realizan jornadas de recolección.
Sin embargo, aún no llega la peor etapa: los meses de julio, agosto y septiembre, cuando el arribo es más alto.
Empresarios de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres alertaron sobre la disminución de hasta 20 por ciento en las reservaciones durante estas vacaciones de verano, aunado a la caída de las tarifas de hospedaje.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, Roberto Cintrón, explicó que el sector enfrenta enormes retos, por factores externos y internos, los cuales al final de la cadena productiva han provocado nuevamente una reducción de precios y tarifas para compensar la desaceleración en el flujo de reservaciones; “que hemos tenido en los últimos meses y que tristemente no se vislumbra una pronta recuperación”.
Además del sargazo, enumeró temas como inseguridad, plataformas de rentas vacacionales y falta de promoción.
Iván Ferrat, presidente de los Asociados Náuticos de Cancún, declaró que ese sector reporta pérdidas de entre uno y dos millones de dólares cada cuatro días por el arribo masivo de esta macroalga, lo que genera baja afluencia de turistas.
Mientras empresas hoteleras y turísticas buscan disminuir pérdidas económicas, elementos de la Marina realizan operaciones en superficie –en altamar–, terrestres y aéreas, para evitar que llegue a las playas, sin mucho éxito.
Como parte de la estrategia gubernamental para coordinar y ejecutar el plan de contención y en las operaciones de superficie, tienen un buque de aprovisionamiento logístico.
También se cuenta con un buque de investigación y se dispone de una patrulla oceánica, así como una embarcación tipo Defender para apoyar en el tendido de las barreras de contención.
En las operaciones terrestres, recolectan con palas y carretillas los desechos que logran brincar las barreras de contención, tendidas también por marinos, y que reubican según las necesidades .
Por aire, monitorean con un avión de patrulla costera y tres helicópteros para dirigir a las unidades de superficie a los sitios de arribazón. Con estas acciones se, han recolectado 155.35 toneladas.
Además, en siete municipios se han recolectado más de 26 mil 213 toneladas de sargazo en las playas, esfuerzo al que se han sumado los gobiernos estatal y municipal, así como ciudadanos; en total, 5 mil 811 personas.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, recordó que en 2018, para combatir este fenómeno, el gobierno federal destinó 62 millones de pesos. Para 2019, agregó, existe un fondo aproximado de 200 millones de pesos.
En tanto, desde el nivel municipal se realiza a diario la limpieza y recolección en las playas públicas, como Cancún.
El coordinador de limpieza de playas, Uziel Pool, explicó que una vez acopiado el sargazo en pequeños montículos, se recoge con una barredora y se deposita en los camiones que se encargan del traslado a su destino final.
El junio, especialistas y autoridades de 12 países de la región, incluido México, participaron en el primer Encuentro Internacional de Alto Nivel para la Atención del Sargazo, en la que hubo representantes del Banco Mundial, BID, ONU y organismos privados.
o es generar un modelo de coparticipación para atender la arribazón atípica de esta alga marina; acordaron crear una agenda de cooperación para contener el fenómeno.
Para la investigadora de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales Puerto Morelos, de la UNAM, Elisa Rodríguez, se necesita mayor inversión y un plan integral para que la macroalga pueda ser utilizada para el beneficio de la comunidad, ya que hasta el momento no existen lugares de disposición final.
Destacó que “no hay lugar que soporte todas las toneladas que llegan y tampoco estadísticas sobre el volumen y la periodicidad de su arribo”, por lo que, dijo, urge un planteamiento para evitar daños mayores.
Fuente: Heraldo de México