Al mes de junio, la tasa de desocupación se mantuvo sin cambios respecto a un mes atrás y el resto de los indicadores también se estancaron, al tiempo que ha habido un avance en la informalidad, según el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Así mismo, el número de personas que reciben una remuneración por su trabajo es de sólo 64.6 por ciento de quienes trabajan, ligeramente por debajo del 64.9 por ciento del mismo mes de 2018, recupera la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
En junio, el desempleo se mantuvo en 3.5 por ciento de la población económicamente activa. Sin cambios respecto a mayo y marcando un avance de 3.4 por ciento respecto al año anterior, esto con cifras desestacionalizadas.
La subocupación, que agrupa a quienes tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda, representó el 7.6 por ciento. Por arriba del 6.8 por ciento de un año atrás y sin cambios frente a mayo de este 2019.
Mientras la informalidad fue de 56.8 por ciento, cifra superior 0.4 por ciento a la de un mes antes, y comparada con la de igual mes de 2018 no presentó variación.
Asimismo, quienes se ocupan en el sector informal, bajo unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa), avanzó ligeramente frente a mayo, cuando se ubica en 27.4 por ciento, para quedar en 27.5 por ciento.
Dichos datos se dan para una población económicamente activa que se ubica en 60.2 por ciento de la población de 15 años, superior en 0.3 por ciento a la de un mes antes y una suma de 0.7 por ciento anual, también con cifras desestacionalizadas.
Ello también implicó el avance de la tasa de presión general. Este indicador agrupa la competencia por cada plaza de trabajo, dado que considera a quienes están en busca de un empleo, como quienes quieren cambiar el actual. En cifras originales tuvo un avance de 6.5 por ciento de igual mes de 2018.
Las condiciones críticas de ocupación que implica una carga de horas de trabajo excesiva o escasa retribución, o ambas, se mantiene 3 por ciento arriba frente al año pasado. La tasa se estableció en 19.5 por ciento, tasa mayor que la de 16.1 por ciento reportada en junio de 2018. Incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.
Por sector de actividad la población activa se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 42.7 por ciento, en el comercio 19.7 por ciento, en la industria manufacturera 16.4 por ciento, en las actividades agropecuarias 12.4 por ciento, en la construcción 7.6 por ciento, en “otras actividades económicas” (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.7 por ciento y el restante 0.6 por ciento no especificó su actividad.
Fuente: La Jornada