El impresionante descubrimiento de un río en Perú que hierve a 99°C y que podría revelar el origen de la vida

Publicado por
Aletia Molina

El Shanay-timpishka es un río ubicado en Perú, en la provincia de Puerto Inca en Huánuco. Con seis kilómetros de extensión y 25 metros de ancho, no es un río cualquiera. La temperatura de sus aguas, puede alcanzar casi 100°C, lo que es letal para cualquier ser humano. Durante muchos años se pensó que este cauce de agua era solo un mito local, basándose en leyendas durante siglos, pero un geólogo, conservacionista y explorador peruano, finalmente lo encontró.

Andrés Ruzo, que hoy trabaja para National Geographic, fue construyendo poco a poco el camino, basándose en opiniones de personas que decían conocer el mítico lugar, hasta que un día lo encontró. “Este proyecto nació como una leyenda, de niño en Lima mi abuelo contaba de Paititi, la gran ciudad perdida en la amazonia peruana, hecha de oro. Según la leyenda, los conquistadores que la buscaron regresaron con historias de terror, con anacondas gigantes, chamanes peligrosos y un río que hervía”, señala a Qué Pasa.

En 2009, Ruzo estaba investigando la geotermia de energías renovables, para estudios geofísicos, cuando vio un mapa que indicaba que había manantiales calientes en la selva. “Eso me inspiró un montón de imágenes de la niñez, del cuento de mi abuelo, de un gran río hirviente en la selva. Desde ese punto pase dos años preguntando a universidades, compañías mineras y petroleras, todo tipo de geólogos. Y por lo general, casi todos me decían que no sabían, que no creían que existiera, ya que bien existen en el mundo, es cerca de volcanes, y en la Amazonía, no hay volcanes activos. Gran parte de Perú no es volcánico”, añade.

El investigador se había dado por vencido. “Cuando de pronto estaba contándole la historia a una tía, y ella me dice que el río si existía, que había ido. Ella trabajaba en derechos indígenas y había estado ahí con un chamán. Ella me guió para conocer al chamán y él me llevó al río. Ahí nace el proyecto, después de llegar a este sitio increíble. Ahora la idea es protegerlo y no seguir perdiendo selva en la amazonía, tenemos un equipo grande de trabajo”.

Después de investigar en profundidad el lugar, el explorador dedició llevar esas exeperiencias y datos científicos al papel, por lo que publicó un libro en 2016, llamado The Boiling River (El Río Hirviente) y ayer, estrenó por las pantallas de Nat Geo, un programa que replica la experiencia que relata en el libro, detallando su viaje, investigación, conservación y trabajo científico, además de nuevos datos e hitos que ha ido incorporando en los últimos años.

Ruzo en su calidad de geógrafo y conservacionista trabaja en el lugar con diferentes fines. Uno es conservar de buena manera el río y otro es confirmar algunas teorías y trabajar en nuevos planteamientos. “Con 47°C uno ya se empieza a quemar, y en este río, llegué a medir 99.1°C, y en muchos tramos no baja de 90°C. Si te caes ahí, te quemas inmediatamente. He visto caer animales como aves, ratas o ranas. Hay que tener mucho cuidado y respeto, es un sitio que Te puede costar la vida”.

Sobre 47°C es muy difícil encontrar especies, aunque sí existe vida. “Microbios y algas, extremófilos. Peces o insectos no se ven, todo lo que cae al río muere. Estudiar estos organismos es esencial, para entender de dónde viene la vida. Un grupo de pensamiento actualmente cree que el ADN se engendró en antiguos sistemas geotérmicos. Compararemos microbios extremófilos con los de Yellowstone, con los de Islandia, con los de sistemas submarinos y todo el mundo, para así crear un mapa genético y entender de dónde vino la vida. Esta puede ser una reacción espontánea o también haber salido de un lugar. Si resulta ser la primera, lo hace factible. Estamos estudiando el sitio para que todo se haga de forma responsable”.

Fuente: https://www.latercera.com

Compartir:
Compartir
Publicado por
Aletia Molina