La suspensión va a durar desde este jueves, “hasta quizá el final de la semana que viene”, señaló Michel Cadot, prefecto de la región de Isla de Francia.
Tras el incendio de la catedral el pasado 15 de abril, se han realizado frecuentes análisis que han registrado elevados niveles de plomo en los alrededores, procedente principalmente de la combustión de la flecha y la techumbre de Notre Dame.
Esta contaminación requiere una serie de protocolos de seguridad muy estrictos para los operarios que, según la prefectura, no se han puesto adecuadamente en marcha, como duchas de descontaminación, uso de trajes de trabajo o tiempos de descanso. Además, la prefectura va a aprovechar este tiempo de suspensión para la redacción de un “reglamento de funcionamiento” .