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AMLO, en pos de la historia

Publicado por
José Cárdenas

Gracias por asomarse a la Ventana…

 

Con la celebración presidencial del triunfo electoral, López Obrador pretende hacer historia; que el primero de julio de 2018 sea tan recordado como el 5 de febrero, el 5 de mayo o el 16 de septiembre. Para lograrlo usa su hábitat natural, la plaza pública en otro arrebato victorioso…

Recuenta logros de la 4T y anuncia que el cambio irreversible habrá de concretarse a fin de año, para consolidarlo el resto de su mandato.

¿Cómo?

Con la austeridad a todo volumen, es decir, con otra vuelta a la tuerca de los recortes, con más filo en el machete, más amputaciones y más tajos, caiga donde caiga…

Y, cosa extraña, el presidente explica su inquietud, su prisa, e hiperactividad: “no sabemos qué nos depara el futuro. Quizá el próximo año no este aquí”, le ha dicho al diario La Jornada, en una cómoda entrevista…

Imposible creer en la cautela presidencial como consecuencia de su idea de votar por la revocación del mandato. Esa es una maniobra de ensayo electoral con una masa fiel y cautiva…

Pero si no es eso sólo puede ser una precaución por su estado de salud…

A primera vista el presidente se mira fuerte y saludable. No es un muchacho pero a veces trabaja y trajina como si lo fuera. Es un hombre en la madurez tardía; un hombre de invierno en furores de verano…

Por lo demás el jolgorio del Zócalo, el bailongo, ha sido eso: una fiesta inédita, una auto celebración, un gozo personal para recibir la aceptación del pueblo bueno. No ha sido un acto de gobierno, ha sido uno más de los actos de campaña, porque uno podría decir sin temor a fallar que la vida de Andrés Manuel, es una eterna campaña en pos de la historia; no del voto.

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Publicado por
José Cárdenas