El presidente del Instituto Nacional de Formación Política (INFP) de Morena, Rafael Barajas, acusó a la presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, de sabotear el funcionamiento del órgano encargado de crear cuadros de militantes morenistas.
La señaló de retrasar la constitución legal del Instituto, frenar el flujo de recursos para su operación, obstruir la conformación de órganos directivos e impedir la puesta en marcha del plan de trabajo y el reglamento para normar su funcionamiento.
A causa de las trabas, no se ha avanzado en la formación de bases que ocupen los vacíos de los militantes que dejaron el partido y pasaron a ser funcionarios públicos, situación que mantiene a la estructura partidista «desfondada» y numerosas direcciones vacías.
El presidente del INFP acusó a la cúpula partidista de traición por frenar la constitución legal y el arranque del órgano partidista a un año de su creación.
Barajas, quien fue designado presidente del Instituto directamente por Andrés Manuel López Obrador, presentará a la militancia un informe de esta crisis en la sesión del Consejo Nacional de Morena que se realizará mañana.
«No nos corresponde especular sobre los motivos de la presidenta en funciones del CEN de Morena para sabotear durante casi un año el arranque y el funcionamiento del INFP», indica el informe en poder de REFORMA.
«Todas las trabas que nos han impuesto han retrasado la consolidación del proyecto y nos han impedido aprovechar el periodo ascendente del movimiento. Es, en resumen, un acto de traición. Si se sigue retrasando la puesta en marcha del INFP, habremos desperdiciado una oportunidad histórica y pronto seremos barridos de la escena política por la derecha».
El informe de Barajas señala que, a propuesta de López Obrador y por mandato del Congreso Nacional de Morena, el INFP debe ejercer el 50 por ciento de las prerrogativas del partido para 2019, esto es, 314 millones de pesos de los 628 millones asginados este año por el INE.
No obstante, afirma el documento, dado que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que preside Polevnsky, no ha permitido que tomen posesión el Consejo Interno y el Comité Administrativo del INFP, éste no ha podido hacer uso de las prerrogativas.
Agregó que la representación de Morena ante el INE, encabezada por Carlos Suárez -cercano a Polevnsky-, omitió tramitar el registro del reglamento del INFP ante el árbitro electoral, lo que dejó sin sustento legal al Instituto y paralizó sus actividades.
Además, señaló Barajas, la dirigente de Morena -quien está en plena carrera por la reelección- ha insistido en ejercer control sobre los fondos del INFP, lo que significaría una extralimitación de sus funciones por encima de los máximos órganos de decisión del partido, que son el Congreso y el Consejo Nacionales.
«Polevnsky insistió en que todos los gastos deben ser aprobados por ella. A pesar de que esto vulnera la autonomía del INFP, le presentamos a la presidencia planes de trabajo y una propuesta editorial importante y, a la fecha, ésta no ha aprobado nada», denunció.
«El V Congreso Extraordinario decidió que el 50 por ciento de las prerrogativas del partido se deben gastar en formación política y no hay un órgano ejecutivo del partido que tenga derecho a cambiar esta iniciativa. Sólo el Congreso, o tal vez el Consejo Nacional, si ustedes lo consideran, podría cambiar esa decisión».
Barajas acusó a Polevnsky, incluso, de obstruir la ejecución de mandatos de los máximos órganos de decisión del partido.
«La Presidencia del partido debe ser un órgano ejecutor. Su tarea es ayudar a que se hagan efectivos los acuerdos tomados por los máximos órganos de dirección, el Consejo Nacional y el Congreso Nacional.
«El V Congreso Extraordinario propuso la creación del INFP y el pasado Consejo Nacional aprobó el plan de trabajo y el reglamento; sin embargo, aquí hemos documentado cómo Polevnsky, en vez de facilitar la ejecución de estos proyectos, le ha puesto toda clase de trabas, postergaciones, obstáculos y descalificaciones», indicó en su informe.
Relató que, ante la falta de recursos, el Instituto se ha visto obligado a reducir al mínimo organizar eventos para eludir multas del INE; también, agregó, se ha limitado a apoyar académicamente actividades organizadas por las bases partidistas.
«Cientos de militantes han sido testigos de cómo, en múltiples ocasiones, ante la promesa de que nos llegarían recursos, organizamos, con grandes esfuerzos, eventos importantes que después tuvimos que desactivar ante las amenazas y maniobras de la cúpula partidista», acusó.
Por si fuera poco, Barajas reprochó malos tratos de Polevnsky, como que no le tomó la llamada durante seis meses, que frenó de último momento la impresión de una edición conjunta de Regeneración con el INPI o que pretendió inflar la nómina del Instituto.
«Nadie nos puede acusar de hacer mal uso del dinero ni de favorecer amigos. Tenemos un compromiso militante con este proyecto. Lo único que no entendemos son los maltratos, el desdén y la tozudez de la burocracia. Hemos hecho todo lo que podíamos hacer sin tomar un peso de las prerrogativas federales», expuso.
Barajas insistió en que el futuro del partido depende de la formación de cuadros a cargo del Instituto, incluso, para hacer frente a los grupos de interés del viejo régimen, que «están intactos y se organizan para derrocar al Gobierno de López Obrador».
«Por lo demás, estamos convencidos de que el intento por obstaculizar el funcionamiento pleno del INFP violenta un acuerdo del Congreso y del Consejo Nacional, impide la formación de cuadros y la renovación del partido y le quita, con ello, una herramienta fundamental a la transformación de la vida pública de México», aseveró.