Una fuerte lluvia que marcó la llegada de otros líderes, como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; se había moderado cuando llegó Trump, pero el presidente recurrió aún así a un gran paraguas negro para bajar las escaleras del Air Force One.
Después de saludar al comité de bienvenida japonés, liderado por el ministro de Exteriores Taro Kono, Trump se dirigió a su limusina para encaminarse hacia una cena de trabajo con el primer ministro australiano, Scott Morrison, quien quería plantearle su interés en que se resuelva la guerra comercial con China.
Fuente: Milenio