Al menos 30 personas resultaron muertas y otras 40 heridas en un triple atentado suicida con explosivos en Konduga, en el noreste de Nigeria, un ataque que lleva la marca de Boko Haram y es el más sangriento de los cometidos en los últimos meses por este grupo insurgente yihadista.
Según un balance que aún podría agravarse, 30 personas al menos murieron cuando tres kamikazes detonaron sus cargas explosivas el domingo por la noche frente a un local donde se habían congregado decenas de aficionados de fútbol a ver un partido.
«En este momento, tenemos 30 muertos y más de 40 heridos», dijo a AFP Usman Kachalla, responsable local de los servicios de emergencia. El responsable agregó que el numero de víctimas habría sido menor si los servicios de socorro hubieran podido acceder más rápidamente al lugar.
El atentado, el peor en meses en el noreste de Nigeria, ocurrió en la ciudad de Konduga, a 38 kilómetros de Maiduguri, la capital del estado de Borno.
«La falta de infraestructuras médicas apropiadas para hacer frente a este tipo de emergencias y el tiempo perdido en obtener la autorización (del ejercito, ndlr) para acudir (al lugar) desde Maiduguri contribuyó a este elevado balance» explicó Kachalla.
El atentado se produjo a las 21:00 horas locales del domingo. Según Alí Hasan, un jefe de milicia de la ciudad, el propietario del centro donde se habían congregado los aficionados, y uno de los kamikazes tuvieron «una fuerte disputa», tras lo cual el kamikaze se hizo estallar, explicó el miliciano.
Entonces , los otros dos suicidas también hicieron explotar sus cargas en el exterior del centro, cerca de una tienda de té, agregó.
«Nueve personas murieron en el acto» precisó el miliciano.
Konduga ha sido escenario de varios ataques de los kamikazes de Boko Haram. En julio pasado ocho personas murieron en otro atentado suicida, contra una mezquita de esta localidad.
Estos ataques son a menudo cometidos por mujeres o muchachas contra objetivos civiles, como mezquitas, mercados o paradas de autobús.
A mediados de abril pasado, dos mujeres detonaron los explosivos que portaban en la ciudad-cuartel de Monguno para evitar ser detenidas por soldados y miembros de milicias que, junto al ejército, combaten a los yihadistas.
Fuente: El Economista