Este viernes se dieron a conocer detalles de la investigación que sigue la Procuraduría General de Justicia capitalina con relación al homicidio del estudiante y diácono Leonardo Avendaño.
El periodista Ciro Gómez Leyva informó, con base en un portal de noticias, que el sacerdote Francisco Javier habría asfixiado a Leonardo como «parte de un juego y sin una intensión expresa de matarlo».
De acuerdo con la hipótesis, ambos realizaban un juego, en el que al salirse de control, el joven de 29 años de edad, falleció. Aunque la PGJ no revela los detalles, presuntamente se trata de un juego conocido como «Choking Game» o «Juego de la asfixia».
Lo anterior habría ocurrido en la casa del párroco cuando el joven fue a visitarlo, luego de que se estableció que a las 22:00 horas del pasado 11 de junio, la víctima mandó un mensaje para avisar que pasaría la noche en el domicilio del probable responsable; a las 22:56 horas su vehículo fue ubicado con dirección a ese lugar y a las 23:03 horas, el joven envió otro mensaje donde avisaba que ya había llegado con el sacerdote.
Según la carpeta de investigación, la necropsia habría revelado que el cadáver no presenta señales de violencia, ni que el joven haya intentado defenderse.
La Procuraduría local informó que la noche de los hechos el joven estuvo en casa del sacerdote y que convivieron por más de cuatro horas antes del asesinato. Posteriormente, cámaras del C-5, observaron el traslado del vehículo a un paraje de la colonia Héroes de 1910, en la alcaldía Tlalpan.
Indicó que minutos antes, a las 03:39 horas, las cámaras de vigilancia del gobierno capitalino captaron otro vehículo que llegó al paraje donde se encontró a la víctima y a las 04:01 ese automóvil dejó el lugar para tomar la carretera Picacho Ajusco de regreso.
Expuso que con base a las investigaciones, cámaras del C5, testigos, llamadas y mensajes telefónicos, así como la necropsia, se presentaron pruebas al juez para solicitar la orden de aprehensión del probable responsable, misma que fue otorgada y ejecutada la noche del miércoles.
Fuente: Excélsior