Colombia y Venezuela reabrieron los puentes fronterizos este sábado para el paso de peatones como ordenó ayer Nicolás Maduro.
Las autoridades venezolanas permitieron la circulación fronteriza, cerrada desde el pasado 22 de febrero, para que miles de personas puedan transitar desde la local Táchira hacia la ciudad colombiana de Cúcuta, a través del puente internacional Simón Bolívar, en la región noroeste del país.
Maduro ordenó anoche la reapertura de los pasos fronterizos entre las dos regiones, cerrados apenas un día antes de que la Oposición dirigida por el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, intentara sin éxito ingresar a la fuerza por esas fronteras una ayuda humanitaria para aliviar la escasez de alimentos y medicinas.
«En ejercicio pleno de nuestra soberanía, he ordenado la apertura de los pasos fronterizos con Colombia en el Estado Táchira, a partir de este sábado #8Jun. Somos un pueblo de paz que defiende firmemente nuestra independencia y autodeterminación», indicó Maduro en Twitter.
Con esta medida, desde antes del amanecer de este sábado miles de personas esperaban en el lado venezolano la reapertura del Simón Bolívar para pasar a Cúcuta, bien sea para adquirir productos básicos o para emigrar de su país.
Uno de ellos es Merwin León, un hombre de 38 años oriundo de Puerto Cabello, en el estado de Carabobo (norte), que en compañía de su esposa se dirigía a toda prisa hacia Cúcuta, desde donde espera seguir viaje a Bucaramanga, capital del vecino departamento de Santander.
Cúcuta, capital de Norte de Santander, está comunicada con San Antonio por el puente Simón Bolívar, mientras que el Francisco de Paula Santander la une a la localidad de Ureña, también en el estado Táchira.
Un tercer puente, el de Tienditas, terminado en 2016, nunca fue puesto en servicio, mientras que el de La Unión es una estructura más pequeña y está situado entre las localidades de Puerto Santander, Colombia, cercana a Cúcuta y la venezolana de Boca del Grita.
Pese a la reapertura peatonal, la circulación de vehículos no está permitida y los puentes siguen bloqueados con los contenedores que el Gobierno venezolano atravesó en febrero para impedir el paso de la ayuda humanitaria desde Colombia.
Los dos países comparten una frontera terrestre de 2 mil 219 kilómetros y a raíz del incidente de la ayuda humanitaria del 23 de febrero, que terminó en disturbios, Maduro rompió «todo tipo de relaciones» con Colombia.
Ayer, Venezuela y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Medi Luna roja suscribieron un acuerdo sobre los parámetros de la ayuda que próximamente traerá la organización para mitigar la severa crisis que enfrenta el sistema de salud venezolano.
Fuente: Reforma