El presidente de Rusia, Vladímir Putin, admitió hoy que las condiciones de vida en el país han empeorado en los últimos años, pero aseguró que las autoridades trabajan para revertir esa tendencia y enumeró los primeros resultados de esa labor.
«Eso es realmente así», dijo Putin en su tradicional Línea Directa con la ciudadanía a la pregunta sobre el empeoramiento de las condiciones de vida.
Explicó que la situación tiene que ver con varios «golpes» que sufrió la economía rusa en los últimos años y que se tradujeron en la caída continuada de los ingresos reales de la población, aunque la situación, agregó, ha comenzado a revertirse.
En este sentido, restó importancia a las sanciones occidentales que pesan sobre el país, y subrayó que la economía rusa se ha visto más afectada por la caída de los precios de los productos de exportación tradicionales, como el gas, el petróleo, los metales, fertilizantes y otros productos de la industria química.
Sin embargo, el jefe del Kremlin indició que ya el año pasado los salarios aumentaron en un 8 % y en lo que va de año, en un 2,8 %.
«Los salarios aumentan. Son cifras promedio, ya que la situación es distinta en diversos sectores (de la economía), pero muestra la tendencia», aseveró.
Según admitió, el salario mínimo asciende a 11.280 rublos al mes (157,30 euros o 176,40 dólares) con una inflación que se situó el 10 de junio en el 5 %, según el Banco Central de Rusia (BCR).
Según dijo recientemente el presidente de Tribunal de Cuentas de Rusia, Alexéi Kudrin, cerca de 12,5 millones de rusos viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que calificó de «vergüenza» ya que en el país donde crecen los salarios, no puede haber tantos pobres. El Kremlin ha negado este extremo.
La de hoy es la decimoséptima vez que Putin utiliza este formato para responder en directo por televisión a las preguntas de los ciudadanos sobre todo tipo de asuntos, centrados principalmente en aspectos de orden doméstico y que cuando comenzó la Línea Directa se habían planteado más de 1,5 millones de ellas.
El año pasado, el líder ruso contestó a más de 70 preguntas durante 4 horas y 20 minutos, aunque el récord absoluto lo batió en 2013, cuando estuvo en pantalla durante 4 horas y 47 minutos para responder a 85 preguntas.
Fuente: Crónica