La certeza que brindaba el acuerdo de suspensión en el comercio de jitomate con Estados Unidos se perdió, y ahora los productores se enfrentan a un escenario de volatilidad en precios que hace cada día más complicada la planificación financiera y comercial de las empresas.
Salvador García, productor de Baja California, comentó a El Heraldo de México que cuando operaba el acuerdo de suspensión se establecían contratos a mediano plazo entre exportadores e importadores, pues contaban con la certeza de un precio mínimo.
“Hoy no podemos firmar un contrato para vender la caja en 9 dólares, porque el importador nos dice que la siguiente semana puede bajar a 6 dólares y termina perdiendo con el diferencial”, relató el productor.
En algunos casos los planes de expansión se han visto truncados, pues los propios bancos ven esta volatilidad en el sector y frenan financiamiento a los jitomateros.
“Hay casos donde los bancos no han querido dar los créditos para invertir en invernaderos, porque dicen que es riesgoso el jitomate”. (ENDER MARCANO. EL HERALDO DE MÉXICO)