Al minuto 10 del discurso presidencial en la zona cafetalera de esta comunidad, a las puertas de la montaña de Veracruz, un centenar de campesinos de la organización priista Antorcha Campesina emergió de entre la muchedumbre e interrumpió al presidente Andrés Manuel López Obrador: “Miente, miente, señor presidente”.
Ante unos 8 mil campesinos cafetaleros que acudieron al parque deportivo Adolfo López Mateos de la Unidad Popular, para la entrega de apoyos, los manifestantes reclamaron que fueron excluidos de los programas de bienestar, apoyos al campo y créditos a la palabra, además de que, recalcaron, se les ha negado el acceso a las tandas del bienestar.
Llegados de los municipios de Xalapa, Coatepec y Perote, aseguraron que los alcaldes de Morena y de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) tienen a sus colonias excluidas de los programas de obras públicas.
Con la evidente molestia de López Obrador, el cuerpo paralizado del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y una tenue risa del edil panista de Coatepec, Enrique Fernández, el gabinete local sacó sus porras y vivas usados en la campaña presidencial.
Como impulsado por un resorte, el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, quien cada día recibe protestas por el desabasto de medicamentos, se colgó de la valla metálica para arengar a enfermeros y doctores del sector hospitalario estatal y dar el grito de guerra de la campaña: “Es un honor estar con Obrador, es un honor estar con Obrador”.
Iván Luna, vocero de Cuitláhuac García, segundos antes aletargado con su teléfono móvil, mostró el puño en alto y también lanzó vivas y porras al presidente de la República para hacer contrapeso a los reclamos de Antorcha Campesina.
Acto seguido, el área VIP, donde fueron asignados los secretarios de despacho, se convirtió en una multitud de porras tipo “barra brava” futbolera. A la contralora Leslie Garibo no le importó echar a perder su peinado de salón para el evento presidencial y sumarse a las porras de respaldo a López Obrador.
Lo mismo ocurrió con Consuelo Thomas, excandidata a diputada federal del PAN, exfuncionaria en el gobierno del priista Javier Duarte y hoy militante de Morena, quien con sus gritos trataba de silenciar la estruendosa protesta de la central campesina que exigía ser incluida en los programas asistenciales de los gobiernos local y federal.
Noventa minutos antes del acto presidencial, sobre Coatepec cayó una lluvia torrencial. Cuando se acercaba la hora de la llegada de López Obrador, organizadores y comuneros lanzaron cohetes y pirotecnia para “espantar” a las nubes.
Al término del evento, los antorchistas se retiraron exigiendo al presidente y al gobernador “respeto para el pueblo que no comulga con sus ideas partidistas”.
En otras protestas menores participaron activistas, ambientalistas y comuneros de las cuencas, quienes exigieron a López Obrador y a Cuitláhuac García mantenerse en su negativa de no dar “luz verde” a proyectos mineros e hidroeléctricas porque, adujeron, representan “proyectos de la muerte”.
Un contingente del municipio de Ayahualulco también viajó al complejo deportivo popular de Coatepec para quejarse de que tienen en el abandono a la comunidad de Cetlalpan, en las montañas veracruzanas.
Esta noche el presidente pernoctará en el Puerto de Veracruz para encabezar mañana los festejos del Día de la Marina, presidir la tradicional “mañanera”, acudir a una instalación naval y posteriormente entregar apoyos a productores cañeros en la montaña de Yanga. Posteriormente partirá a Tabasco.