Otro cargo para una sociedad en zozobra.
Ante el grave clima de inseguridad que siente la ciudadanía, el gobierno de la Ciudad de México lanzó el programa Mi C911E Negocios, un paquete de alarmas con planes que van de los dos mil hasta los 60 mil pesos.
La primera responsabilidad de un gobierno es brindar seguridad a sus gobernados, de acuerdo con el Contrato Social, ceden parte de sus libertades a cambio de protección, y eso es válido para cualquier gobierno sea liberal, neoliberal o populista.
La verdad es que emprender negocios en México cada vez es más complicado, los micro, pequeños y medianos negocios quedan asfixiados ante la serie de gastos que deben hacer para empezar, desarrollar y operar sus empresas.
Un recuento arbitrario: la renta o la compra del inmueble si es propio, en ese caso el pago del predial, el trámite de uso de suelo, permisos varios, y protección civil.
Los servicios cotidianos: luz, agua, (por tratarse de negocios las tarifas de servicios e impuestos son más elevadas), internet, telefonía, limpieza, sistema de seguridad, seguro de bienes e inmuebles, servicios bancarios, impuestos, seguro social, tenencias porque los vehículos utilitarios nunca han sido exentos de la tenencia, asesorías legal, contable y fiscal.
Todo lo anterior independiente de la inversión, operación, empleados, insumos, combustibles, depreciación de la infraestructura, equipos y mobiliario.
Las cuotas a las cámaras, sindicatos y asociaciones gremiales.
Hay que incluir la infaltables pequeñas dádivas: al policía, inspectores, al de la basura, las propinas a quienes llevan agua, mensajería y hasta los viene viene…
A estas alturas los márgenes de ganancias no parecen muy atractivos que digamos y no, no se equivoque no se trata de grandes empresas, estas tienen formas y fórmulas para deducir o transferir costos en la cadena.
Por vocación México es un país propicio para los pequeños empresarios, aquella idea de los “changarros de Fox” no estaba equivocada, el problema con estas iniciativas gubernamentales es su ejecución. No son pocos los ejemplos en el mundo, México incluido, de casos de buen éxito a través de créditos a la palabra, subsidios temporales y específicos.
Al final el empresario articula su presupuesto, pero a lo que no se acostumbra es a la inseguridad y sus consecuencias, los asaltos, secuestros, robos chicos y grandes y desde hace tiempo el pago por derecho de piso que delincuentes cobran a pequeños y grandes empresarios.
En síntesis hacer negocio en México se viene convirtiendo en costoso e inseguro reto solo apto para los audaces.
Y después de todo, ¿el paquete de la Señora Sheinbaum y sus muchachos frenará al crimen?
AL MARGEN
Se habrán revuelto en su tumba desde Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Sun Tzu y Sartori con la visión política, es un decir, del presidente López Obrador: «No crean que tiene mucha ciencia el gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia
de gobernar no es tan apegado a la realidad. La política tiene más que ver con el sentido común, que es el menos común, eso sí, de los sentidos”.
No hay mucho por agregar, y apenas van siete meses.