Argentina amaneció este domingo a oscuras. Una avería de magnitud sin precedentes provocó el colapso del sistema eléctrico en casi todo el país y en parte de Uruguay. La red dejó de funcionar a las 7.10 por una avería en la central de Yacyretá que se propagó al conjunto de la red. Al cabo de cuatro horas empezó a recuperarse el suministro, aunque en algunas zonas del noroeste la reparación se retrasó hasta la tarde. Había elecciones locales en Santa Fe, San Luis, Formosa y Tierra del Fuego; en las tres primeras provincias, las urnas se abrieron sin otra iluminación que la de velas y linternas. El gobierno argentino dijo que demorará 15 días en determinar las causas del apagón.
La conurbación de Buenos Aires, con más de 17 millones de habitantes, se convirtió durante casi toda la mañana en una gran ciudad fantasma. Bajo una intensa lluvia, sin trenes, ni transporte metropolitano, ni semáforos, ni agua corriente en numerosos barrios, ni apenas gasolineras, las pocas personas que se aventuraban a salir buscaban algo abierto (con unidad electrógena) donde tomar un café o charlar con alguien. En numerosas áreas, incluyendo el centro de Buenos Aires, el exceso de demanda provocó una caída temporal del servicio de telefonía móvil. Circulaban falsos rumores sobre atentados y sobre la extensión de la avería a todo Brasil y Chile.
El Gobierno de Buenos Aires activó un plan de emergencia especialmente centrado en la seguridad, porque las videocámaras de vigilancia dejaron de funcionar y hubo que desplegar fuerzas adicionales de policía, y en garantizar que los grupos electrógenos de los hospitales proporcionaran suficiente corriente. Autos de la policía cargaron bidones de gasóleo en las gasolineras abiertas para asegurar el suministro a los centros hospitalarios. Aysa, la empresa pública que suministra agua a la ciudad de Buenos Aires y a gran parte del conurbano (14 millones de abonados en total), emitió un comunicado en el que explicó que sus sistemas de bombeo habían quedado inutilizados y pidió a la población que hiciera «un uso racional del suministro» allí donde lo hubiera.
En el gran Buenos Aires, la abundancia de grupos electrógenos resultó providencial. Los cortes de corriente son frecuentes en verano, cuando la sobredemanda por los aparatos de aire acondicionado colapsa el sistema, y muchos edificios y comercios han adquirido generadores para hacer frente a esas situaciones. En la campaña electoral de 2015, Mauricio Macri repitió en innumerables ocasiones que el kirchnerismo no había invertido lo suficiente en la red eléctrica y que el país corría el riesgo de sufrir apagones continuos y racionamiento de energía eléctrica como en Venezuela. Tras un fuerte aumento de las tarifas eléctricas para financiar la mejora de la red, el gran apagón se ha producido cuando Macri inicia su campaña para la reelección. Alberto Fernández, candidato peronista en compañía de Cristina Fernández de Kirchner, exigió a Macri que diera “explicaciones sobre lo que están padeciendo los argentinos”.
En este momento la situación del 50% de los usuarios se encuentra normalizada. Con el correr de las horas se restablecerá el servicio para todos los usuarios.
¿Qué ocurrió? Aún no está del todo claro. “Se trata de un caso inédito y será investigado a fondo”, dijo Mauricio Macri a través de su cuenta de Twitter. En principio, la subsecretaría de Energía adelanta la hipótesis de que las tormentas desconectaron de la red la central hidroeléctrica de Yacyretá (junto a la frontera con Paraguay) y que la caída de tensión hizo que el sistema automático que regula a 50 herzios la frecuencia de la Red Argentina de Interconexión lo paralizara todo, incluyendo la central de Salto Grande, que también proporciona energía a Uruguay. El eje Yacyretá-Salto Grande constituye el núcleo de la red eléctrica de Argentina y Uruguay. Se cree que la humedad provocó un cortocircuito en una línea mal aislada de Yacyretá y a partir de ahí se produjo la reacción en cadena.
El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, dio una rueda de prensa por la tarde, pero no dio detalles sobre las causas del apagón. «Lo que sabemos es que a las 7.07 se produjo una falla en el sistema de transporte del Litoral, fallas que ocurren con asiduidad, esa falla no es algo anormal. Lo que es extraordinario y no debe suceder es la cadena de acontecimientos posteriores que causaron la desconexión total”, explicó. Para saber qué ocurrió, Lopetegui pidió esperar el resultado de las pericias, que demorarán al menos dos semanas. «Tenemos que llegar hasta el final para entender qué paso y para sancionar a los que hayan sido responsables de no haber cumplido en algo que era su responsabilidad. Pero eso lo sabremos en 15 días”, dijo.
La baja demanda en el momento en que se produjo el problema, el amanecer de un domingo, agravó las cosas. “Cuanto menor [es] la demanda, menor inercia, y la inercia es lo que proporciona estabilidad al sistema”, explicó al diario Infobae Juan Alberto Luchilo, subsecretario de Mercado Eléctrico.
En Argentina se celebraba el día del padre, una jornada tradicionalmente familiar. Muchos padres optaron por dejar un domicilio donde nada funcionaba y cargar a los hijos en el automóvil, lo que provocó insólitos atascos en los barrios más céntricos. Decenas de policías intentaron suplir la inexistencia de semáforos, pero hasta mediodía, bajo una fuerte lluvia, la circulación fue casi caótica.
Por un momento, se consideró la posibilidad de suspender las elecciones provinciales en Santa Cruz, Formosa, San Luis y Tierra del Fuego, o al menos retrasar la apertura de los colegios hasta la vuelta del servicio. Pero se optó por mantener los horarios previstos, dejando margen a cada colegio para que prolongara el horario de votación si los responsables de las mesas lo consideraban necesario. Los colegios se iluminaron con velas y linternas.
El apagón uruguayo fue, como en Argentina, histórico, informa Magdalena Martínez. Nunca se había registrado nada igual. La compañía eléctrica estatal UTE anunció que había sido necesario “levantar todo el sistema desde cero” y restableció el suministro a partir de las 11.00 de la mañana. Eso tranquilizó a los miles de aficionados que temían perderse la retransmisión del debut de la selección uruguaya de fútbol en la Copa América, frente a la selección de Ecuador.
Fuente: El País