Una errática estrategia del gobierno mexicano, que primero fue permisivo y luego quiso contener indocumentados, ha favorecido el desbordamiento de la migración rumbo a Estados Unidos.
Más de 400 mil indocumentados, en su mayoría procedentes de Honduras y Guatemala, que cruzaron desde México a EU, fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza estadounidense, entre enero y abril.
Esta oleada migrante detonó la reacción de Donal Trump quien amagó con imponer aranceles a productos mexicanos si no es frenada la migración.
Desde octubre de 2018 había iniciado una serie de caravanas procedentes de Honduras, a las que se sumaron migrantes de El Salvador y Guatemala y llegaron a la frontera sur de México, donde fueron apenas contenidas por autoridades mexicanas.
Al inicio de su gestión, la administración de Andrés Manuel López Obrador se propuso un ingreso ordenado ofreciendo visas humanitarias e incluso opciones de empleo.
Tan solo en enero fueron expedidas 11 mil de esas tarjetas o visas humanitarias lo que contrastó con 14 mil entregadas en los 12 meses de 2018.
Sin embargo, la gran mayoría de los integrantes de las caravanas optó por continuar su camino agolpándose en la frontera con EU y saturando albergues migratorios.
Con ese desborde, el Instituto Nacional de Migración cerró la permisividad y pasó a la contención.
En total, en los primeros cinco meses de la actual Administración fueron detenidos 58 mil 244 indocumentados, lo que representa un aumento del 17 por ciento respecto al mismo periodo del 2018, cuando se registraron 44 mil 62.
La lista de detenciones la encabezan los ciudadanos de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Hasta ayer los migrantes retenidos en México ascendieron a 74 mil.
Y la cifra de deportaciones desde México era de 53 mil. Pero el ingreso de migrantes a México persiste de manera masiva.