Ash Barty decidió alejarse del tenis en 2014 para probar suerte con el cricket. Tras dos años de ausencia, la australiana decidió regresar a la gira de la WTA.
Esa última decisión rindió frutos el sábado, con el primer título de Barty en un torneo de Grand Slam.
Barty, octava preclasificada, tomó el control del duelo desde el inicio de la Final del Abierto de Francia y nunca aflojó el paso. Arrolló 6-1, 6-3 a la checa Marketa Vondrousova, de 19 años.
«Hoy jugué el partido perfecto», dijo Barty.
Efectivamente, sobre todo en el comienzo.
Tomó una delantera de 4-0 y demostró que había aprendido la lección luego de dilapidar una ventaja de 5-0 en el primer parcial de su duelo de Cuartos de Final. Esta vez, supo mantenerse adelante.
Cerró el encuentro con una ventaja de 27-10 en winners, ante una dubitativa Vondousova. Ninguna australiana había ganado el trofeo en Roland Garros desde Margaret Court en 1973.
Ni Barty, de 23 años, ni Vondrousova, habían jugado jamás una Final de un major. Ninguna había estado siquiera en una Semifinal de las grandes citas sino hasta esta semana.
Entrevistada sobre la cancha, se mencionó a Barty que lució muy serena en el encuentro.
«¡Oh!, la verdad es que sí estaba muy nerviosa», respondió.
Fuente: Reforma