China ha reducido los sectores y actividades económicas sujetas a restricciones para los inversores y empresas extranjeras, una señal de apertura económica que llega un día después de que Donald Trump y Xi Jinping pactasen reanudar las negociaciones comerciales rotas en mayo. La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) ha actualizado la lista de sectores restringidos a la inversión extranjera, de la que ha retirado ocho apartados.
Así, las concesiones de transporte marítimo, gas y calefacción en ciudades de más de 500.000 personas ya no necesitan ser controladas por entidades chinas. También ofrece más accesibilidad en la exploración de petróleo y gas, agricultura, servicios, minería y manufacturas, y se prevé que los extranjeros puedan desarrollar negocios con mayoría accionarial o de propiedad absoluta en más sectores. La nueva lista entrará en vigor a partir del 30 de julio de 2019.
La decisión llega justo un día después de la reanudación de las negociaciones comerciales acordada entre los presidentes de los dos países, Xi Jinping y Donald Trump, durante la cumbre del G20 en Osaka (Japón). La reducción de las vetadas a extranjeros ha sido uno de los campos de batalla de las empresas extranjeras presentes en China.
Ambos mandatarios se comprometieron a retomar las conversaciones: Washington frenó la imposición de nuevos aranceles a China (previstos sobre 300.000 millones de dólares en importaciones) y accedió a permitir que las empresas estadounidenses vendan productos a la tecnológica Huawei. Asimismo, Trump aseguró al término de la reunión que China había accedido a comprar «grandes cantidades» de productos agrícolas de Estados Unidos, aunque Pekín ya asumió ese compromiso en diciembre pasado, como parte del acuerdo para iniciar negociaciones comerciales que Trump y Xi alcanzaron en Buenos Aires.
No obstante, Larry Kudlow, responsable de la oficina económica de la Casa Blanca, ha alertado en una entrevista en la televisión Fox que la vuelta atrás de Trump sobre Huawei «no es una amnistía general». El asesor jefe indicó que espera que el Departamento de Comercio facilite licencias temporales para que empresas de EE UU puedan entablar relaciones comerciales con la empresa china, especialmente en aspectos no relacionados con posibles riesgos de seguridad. «Huawei seguirá en la lista de entidades sujetas a controles de exportación», añadió.
Algunos legisladores republicanos criticaron la decisión de Trump de levantar el veto a Huawei, al considerar que la presión sobre la tecnológica china es la mejor baza negociadora de cara a un eventual acuerdo comercial.
Tanto Trump como Kudlow han insistido en que no hay compromisos adquiridos ni calendario para las negociaciones, y que China debe resolver algunos de los asuntos que provocaron la ruptura de las negociaciones en mayo. Trump también apuntó el sábado que no tiene prisa por llegar a un acuerdo.
Fuente: El País