De acuerdo a fuentes muy bien ubicadas en Palacio Nacional, el Presidente aceptó ya una salida decorosa para el Gobernador de Veracruz apenas cumpla dos años en el cargo, pues de efectuarla antes, habría elecciones extraordinarias en el estado, y en este momento, Morena podría perder Veracruz, cortesía del trabajo efectuado por Cuitláhuac García.
Los resultados en Veracruz no son los que AMLO esperaba a estas alturas del 2019. Un grupo comandado por Alfonso Romo, titular de la Oficina de la Presidencia, entregó al Presidente un documento que muestra, de manera pormenorizada, la calificación que los ciudadanos asignan a cada gobernante en el País. Los dividendos no son halagüeños para varios.
Me confirman que el peor evaluado de los gobernantes emanados de Morena es Cuitláhuac García. Le sigue el de Chiapas. De hecho, Cuauhtémoc Blanco está sólo un poco mejor calificado que el mandatario de Veracruz, pero al ex futbolista no se le considera “morenista puro”, sino aliancista.
La decepción por el trabajo de Cuitláhuac García en el primer círculo de López Obrador es tanta, que ya tienen incluso un par de nombres para sustituirlo, uno actualmente en la Cámara de Diputados Federales, y el otro, en la de Senadores.
El Gobernador de Veracruz, en caso de ser relevado, será incluido en la Secretaría del Bienestar, mientras que el Diputado Rafael Hernández Villalpando, y el Senador Ricardo Ahued Bardahuil, recibirán una invitación para hacerse cargo de Veracruz.
La propuesta en el escritorio de López Obrador es que el diputado tome la Secretaría de Gobierno, mientras que el ex alcalde de Xalapa (y actual Senador), sea quien lleve los destinos de Veracruz, coordinado con la Oficina de Alfonso Romo.
Cualquier idea de quitar al titular de Seguridad Pública en Veracruz ha sido olvidada. La instrucción es que, si Cuitláhuac Garcia sigue cometiendo errores (lo cual es bastante probable), se proceda a generar los cambios para removerlo del Gobierno, apenas cumpla dos años con un día. Hay prisa en el tema.
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