El señor Antonio Santos, originario de Guanajuato, resultó uno de los ganadores en la subasta de automóviles “machuchones” que realizó el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), este domingo, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la venta 82 automóviles de lujo en el Complejo Cultural Los Pinos.
El botín: dos camionetas marca Chevrolet, Suburban 2012 y 2013, equipadas con blindaje VI, y que hasta diciembre pasado, fueron usadas por el expresidente Enrique Peña Nieto y por el Estado Mayor Presidencial (EMP).
–¿Qué fue lo que se llevó Don Atonio? –se le pregunta.
–Dos Suburban con nivel de blindaje VI –sonríe.
–¿Le parecieron bien los precios?
–Creo que sí –toma una pausa y continua: Para el nivel que tiene de blindaje sí. Es decir, para el nivel que debe tener el presidente de la República me parece que está bien de precio. Además provienen de una fuente totalmente cierta, totalmente válida; no puede haber duda de quién las haya usado.
De oficio revendedor de automóviles, Antonio Santos augura que la adquisición de las dos camionetas por las que gastó cerca de 1 millón de pesos, podrán verse reflejados en sus ventas pues en su estado natal, la seguridad se ha vuelto un buen negocio.
“Para Guanajuato que tenemos unos problemas de inseguridad, tú lo has visto en las noticias, creo que es una buena oportunidad de hacer negocio”, sonríe al recoger los certificados para iniciar el trámite de compra.
Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), 401 personas se registraron en la histórica venta de autos que, mes con mes, organiza el SAE, pero en esta ocasión tuvo mayor participación al ser promocionada desde presidencia de la República.
El pasado 19 de mayo, López Obrador afirmó que el “Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado” –como pasará a denominarse el SAE–, destinará lo decomisado al narcotráfico o por actos de corrupción a los municipios con mayor pobreza del país.
El jefe del Ejecutivo destacó que en la venta que se llevó a cabo este domingo, se encontraba un lote de dos camionetas que regaló el rey de Jordania al gobierno mexicano durante la administración de Peña.
En esta primera subasta con el formato anunciado por el gobierno federal, algunos pagaron entre 54 mil hasta un millón 900 mil pesos por vehículos recuperados por la Fiscalía General de la República y Presidencia.
Ricardo Rodríguez, director general del SAE, explicó que este tipo de concursos se realizarán mes con mes con autos, joyas, casas, terrenos y diversas propiedades que sean incautadas a personas acusadas de corrupción y delincuentes. Invitó a la población a adquirir y aumentar su patrimonio por medio de este tipo de dinámicas.
Señaló que recientemente se presentó en el Senado de la República una reforma a la Ley de Extensión de Dominio: los bienes asegurados serán puestos en venta y el dinero será invertido en causas sociales.
Un hombre identificado como Roberto López, originario del estado de Puebla, adquirió un Lamborghini Murciélago, modelo 2007, que se ofertaba en la organizada por el SAE en Los Pinos.
El auto deportivo fue subastado en un millón 775 mil pesos, cuando el precio inicial fue por 1 millón 472 mil pesos. La sonrisa del hombre con la paleta marcada con el número 13, no se borró durante toda la tarde.
Oscar López, familiar de Roberto, explicó que durante quince años han acudido a las subastas que organiza el SAE. Su negocio consiste en comprar los carros que vende el gobierno, luego de incautarlos a evasores fiscales, juicios penales o rematados en juicios mercantiles para luego venderlos a precios más altos.
Por ejemplo, del millón 775 mil pesos que invirtió para este vehículo, cuyos comandos se encuentran totalmente desgastados, el motor trabado y diversos accesorios inservibles, la familia tendrá que invertir un millón de pesos para recuperar lo que pagó. Estimó que la venta será en 4 millones de pesos.
–¿Usted cree que va a ser fácil sacar un carro que vale tanto dinero?
–No, no es tan fácil pero ya tenemos clientes y además este coche no vale dos millones, vale como cuatro. Nada más hay que repararlo.
Como la familia López, atraídos por las ofertas, por curiosidad o por la necesidad de un vehículo, decenas de personas inundaron el Complejo Cultural Los Pinos, esperando una oportunidad de estrenar un carro.
La lista fue amplia y los precios iniciales resultaron seductores para muchos: un Corvette Stingray 2015, con precio de apertura por 347 mil pesos; un Camaro 2019 por 88 mil 800 pesos; un BMW 120I por 120 mil; un Volkswagen Sedán 1990 por 10 mil; así como camionetas cuyo precio oscilaron entre 300 mil a un millón 170 mil pesos.
Según cálculos iniciales, el SAE obtuvo al menos 26 millones de pesos por 72 vehículos exhibidos en la jornada de este domingo. De los cuales, muchos se encontraban en condiciones medias de uso hasta verdaderos cacharros.
Sin embargo, no todos los compradores se fueron satisfechos o con el certificado de un vehículo entre las manos.
Una vez iniciado el Martillo de Venta del SAE, los precios de los vehículos, ante una ferrea demanda presentada por la competencia entre los compradores, elevó entre 50 y mil por ciento de los precios previo de venta inicial. Por ejemplo, el Volkswagen Sedán 2004 que inició en un precio inicial de 30 mil fue subastado en 325 mil pesos.
Para Martín Cruz, originario de Hidalgo, relató, la inversión del traslado no rindió buenos frutos pues detectó que varios vendedores adquirieron a ese “sobreprecio”. La euforia ante la vendimia que se prolongó por tres horas, dice, sedujo a inflar los precios por arriba del precio en el mercado.
“Yo creo que sí ha sido conveniente para el gobierno, va a tener buenos resultados y hubo mucha participación. Para los proyectos que dice que va a atender el presidente Andrés Manuel López Obrador yo siento que ha sido positivo todavía”, advierte luego de recoger el cheque con los 50 mil pesos que dio como depósito y salir con las manos vacías.
Y sí. María, una trabajadora que atraída por los precios iniciales, se sintió decepcionada por los costos que alcanzaron algunos carros que le atrajeron:
“Están muy elevados, algunos se están yendo al triple del precio que se ofrece en Mercado Libre. Por ejemplo: consulté unos que están siendo vendidos en 215 y aquí terminan vendiéndolo en 240 mil pesos. Ese fue el caso de un Audi que yo estaba buscando”, finalizó.
Media hora antes de concluir la subasta más del 50 por ciento del auditorio ya había abandonado la vendimia de “autos machuchones”.
Fuente: Proceso