Más allá del famoso caso Odebrecht, culpables o no, Santiago Nieto y Emilio Lozoya, cargan con una “pequeña” bronca que está desatando marañas legales, pero está perdiéndose en otras, en “aras” de hacer justicia… o eso dicen.
La primera vez que hubo un enfrentamiento entre estos dos personajes fue en 2017, luego de que estallara el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht en México; Nieto, entonces titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade), inició una investigación contra Lozoya Austin, por presuntamente haber recibido dinero de la constructora para financiar la campaña a la presidencia de Enrique Peña Nieto.
La investigación se inició luego de que un reportaje del periodista Raúl Olmos publicado por la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad reveló que durante la campaña electoral de 2012, Odebrecht transfirió 3.1 millones de dólares a una empresa ligada a Lozoya. En ese entonces, quien luego se convertiría en director de Pemex, fungía como coordinador de vinculación internacional en la campaña del aspirante presidencial priista.
El reportaje aquel mostraba siete transferencias a Latin American Asia Capital Holding, firma a través de la que supuestamente se pagaban los sobornos a Lozoya, por un monto de 40 millones de pesos.
Durante las pesquisas de la Fepade, Santiago Nieto “sugirió” que Lozoya lo presionó a través de una carta para que declarara públicamente su inocencia. Corte A: el fiscal fue destituido por violaciones al debido proceso en octubre de 2017.
Posteriormente, Nieto dijo que nunca había sido presionado por el exdirector general de Pemex, aunque sostuvo que su salida de la Fepade se había dado de forma ilegal.
Y como estas personitas parece que no se caen muy bien, en junio de 2018, en plena temporada electoral, se enfrascaron nuevamente en una lucha de dimes y diretes. El exdirector de Pemex denunció a Nieto por presuntamente sustraer información del caso Odebrecht. Al respecto, el exfiscal consideró “un honor” que Lozoya lo hubiera denunciado penalmente.
“El hecho de que Lozoya me denuncie es una prueba irrefutable de que México debe cambiar. Me enorgullece que un hombre sin escrúpulos y sin ética me denuncie. Significa que estoy en el camino correcto porque precisamente por el desmantelamiento de Pemex y los casos de corrupción, el nombre de Emilio Lozoya es sinónimo de corrupción”, dijo el 22 de junio de 2018 durante una conferencia de prensa en el Instituto Nacional Electoral.
Pero en un capítulo más de “Ahora va la mía” la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló el pasado lunes las cuentas de Emilio Lozoya, tras identificar que “se llevaron a cabo múltiples operaciones con recursos que presuntamente no proceden de actividades lícitas, mismos que presumen ser derivados de actos de corrupción”.
El movimiento de la unidad que dirige Santiago Nieto Castillo se dio un día antes de que un juez girara una orden de aprehensión contra Lozoya y el dueño de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, por las irregularidades detectadas en la compra de la empresa Agro Nitrogenados en 2014.
Tras la congelación de las cuentas, Santiago Nieto enfatizó que “se acabaron los intocables” y explicó que la medida fue tomada luego de identificar irregularidades que podrían provenir de actos de corrupción relacionadas con la constructora Odebrecht. Asimismo, aseguró que las investigaciones continuarán… Pero no se mueva de su asiento, que esta novela, no va a acabar pronto.
Y el próximo domingo se llevarán a cabo elecciones en 6 estados del país, bien, pero como no existen las casualidades… En operativos simultáneos fueron capturados Jorge Flores Conchas, alias ‘El Tortas’ y Pedro Ramírez Pérez, alias ‘El Jamón’, como resultado de un “exitoso” trabajo conjunto entre las autoridades de la Ciudad de México y el Gobierno federal, según destaca la procuradora de la capital del país, Ernestina Godoy.
Optimista muestra de lo “efectivo” que resulta el nuevo gobierno bajo la bandera del partido que ya sabemos.
Aletia Molina
@AletiaMolina1