Gracias por asomarse a la Ventana…

Desde el epicentro de los festejos futboleros, vestidos de blanco y negro, habitantes de la Ciudad de México marcharon al monumento a la Revolución pidiendo lo imposible: la renuncia del presidente a un cargo irrenunciable; también reclamando lo posible: mejores políticas públicas, más racionalidad y menos ocurrencias.

Al grito de “Fifís no, mexicanos sí”, o “AMLO renuncia”, o bien, “Obrador eres un traidor” quince mil en la capital, y otros tantos en al menos trece ciudades, gritaron desaprobación, desesperanza por un gobierno que polariza y aplasta a los adversarios; que desde el púlpito predica un nuevo país a modo…
El secretario de Comunicaciones menospreció la movilización. Con ironía escribió en redes: Nunca pensé que todos los que están contra AMLO fueran a la marcha, pero sí…, ¡FUERON TODOS¡
Fueron pocos si se compara con los 30 millones que votaron por López Obrador, y los 26 millones que lo hicieron por Anaya y Meade… Sí.
Fueron muchos si se toma en cuenta la repentina capacidad de convocatoria de los Chalecos Verdes, dizque surgidos por generación espontánea en las benditas redes sociales…
El llamado no tenía identificación política, ni partido, ni color, pero los ex presidentes Felipe Calderón, Vicente Fox y otros políticos adversarios del poder dominante se encargaron de contaminarla…
Calderón, para pedir apoyo al partido de su esposa, Margarita, y Fox, en León, al señalar que López Obrador ha enseñado las uñas y los dientes para quedarse con todo el poder. No hay precedente de que un expresidente quiera devorar como águila mocha la cabeza de un ganso de cuerpo entero… y eso no es jocoso ni chistoso…
Los políticos se manchan… frovolizan sin escatimar esfuerzo; avivan las llamas del oportunismo…
El presidente, quien dice no aspirar a ser monedita de oro, pa’caerle bien a todos, saludó la protesta, consintió su existencia, perdonó su resistencia y, entre dientes, rió su pendencia…