En los primeros cuatro meses del año han sido devueltos a su país 39 mil 653 personas por tener una condición de estancia irregular en México, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM).
De acuerdo con datos obtenidos por Notimex, durante enero fueron devueltos cinco mil 596 personas; en febrero, ocho mil 47 personas; de acuerdo con datos preliminares, en marzo fueron devueltos a su país 11 mil 40 migrantes, y en abril 14 mil 970.
Lo anterior indica que entre enero y marzo se registró un incremento de 167.5 por ciento en el número de migrantes que han retornados a sus países de origen.
Durante el mismo periodo fueron presentados ante la autoridad migratoria 52 mil 205 personas, es decir, del total de presentados, 75.9 por ciento son regresados a su país.
El 27 de marzo de este año, la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, declaró que se formaría una caravana madre integrada por cerca de 20 mil personas, después ella misma reconoció que no se realizó esa gran reunión masiva de migrantes; sin embargo, detalló que desde entonces se han realizado seis caravanas que calificó como «madrecitas» y cada una se ha integrado por más de dos mil personas, es decir, 12 mil personas.
Desde la referencia de Sánchez Cordero, ninguna caravana ha llegado hasta la capital del país, por lo que al considerar el número de personas devueltas a sus lugares de origen, la política migratoria de México les permite ingresar a la frontera, pero después son retenidos en diversos puntos del sureste y regresados a sus países.
La primera caravana migrante de la que se tiene registro, ingresó al país el 13 de octubre de 2018, (durante la administración federal de Enrique Peña Nieto) y le tomó 24 días de recorrido llegar a la Ciudad de México; sin embargo, las actuales no han podido llegar a la capital del país, donde sólo se han recibido dos grupos pequeños, sobre todo en los primeros meses del año.
Sánchez Cordero explicó que se ha registrado un flujo migratorio inusitado proveniente principalmente de Centroamérica y el Caribe, aunque también han llegado al país personas de Asia y África, a fin de continuar su camino rumbo a Estados Unidos.
Al seguir los pasos de las caravanas previas se ha podido constatar que las primeras, integradas por un mayor número de personas, alcanzaron notoriedad en medios de comunicación, pero la sombra de los primeros originó que los pueblos a los que llegaron como parte de su periplo no los recibiera con esmero, incluso se ha registrado rechazo en localidades del sureste del país.
Una nueva manera de migrar
Para el secretario general académico de El Colegio de la Frontera Norte, Óscar Conteras, la expulsión de las poblaciones es un fenómeno a escala internacional derivado de las condiciones de extrema pobreza y violencia en sus lugares de origen, como en el caso de los centroamericanos que salen de sus países en busca de un mejor futuro en Estados Unidos.
En entrevista, señaló que el porcentaje de los integrantes de las caravanas migrantes no es representativo en comparación con los cerca de 200 mil centroamericanos que transita cada año por México con el objetivo de llegar a Estados Unidos, sólo que ahora han encontrado una nueva manera de viajar en grupo, lo que consideran más seguro.
Explicó que a lo largo de la travesía los migrantes experimentan violencia, extorsión, secuestros y robos, tanto de bandas del crimen organizado como de parte de algunas autoridades, por lo que han descubierto que en caravana el viaje es menos costoso y riesgoso.
«Son espectaculares las caravanas de miles de personas, pero no se trata realmente de algo inusual, lo único que cambio en el método, que en este caso es a través de grupos grandes», afirmó.
Ante este panorama, dijo que México tiene que respetar sus derechos humanos y estar preparados para recibir a los migrantes, «sabemos que el fenómeno ocurre, que es una forma distinta de organización, tenemos que estar más preparados en la asistencia humanitaria que requieren», precisó.
Fuente: Crónica