El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, consideró que sería “un grave error” apostar por la acción militar para resolver la crisis en Venezuela, en una postura que se contrapone con la de Estados Unidos, que asegura que “todas las opciones están sobre la mesa”.
“La posición nuestra es, en síntesis, que nada más la vía de las sanciones o la intervención militar o crear una crisis de suministros para ver si se fractura el régimen no va a funcionar al final del día, y está provocando un sufrimiento muy grande”, dijo esta tarde el canciller a la prensa, tras participar en una conferencia en el Departamento de Estado en Washington.
Con eso, México se desmarcó una vez más de la posición de Estados Unidos al respecto de la situación en Caracas, apostando en cambio por “una solución pacífica a las controversias” a través del diálogo.
Ebrard avisó que, en caso de que se apueste finalmente por una intervención militar, México “se opondría drástica y totalmente”, no sólo por ser un “error estratégico” -sin importar lo que “se piense del régimen” en Venezuela-, sino porque, en su opinión, se demostró en el pasado que es un plan que no funciona.
El canciller recordó los intentos de “aplastar a las guerrillas” centroamericanas a finales del siglo XX, que “no pudieron triunfar a pesar de tener todos los recursos a su favor”. Lo único que sirvió para que ahora haya democracia en la región fue “un proceso de diálogo”, algo acorde con la actual propuesta mexicana.
Además, recordó Ebrard, la Constitución mexicana dice expresamente que el país está por la no intervención, por lo que lo más “sensato” es una comunión internacional que apueste por el diálogo. “Quizá para [Venezuela, la no-intervención] no es importante, pero para nosotros sí”, subrayó.
El canciller confesó que “preocupa mucho el tono, el discurso” de la administración estadounidense liderada por Donald Trump, especialmente porque en su opinión podría “llevar a un proceso mucho más largo y puede haber derramamiento de sangre, más aún de lo que ya hubo” en los últimos acontecimientos violentos en las calles de Caracas.
Pase lo que pase, Ebrard quiso dejar claro que “la posición mexicana no variará” con respecto a Venezuela, y seguirá apostando por la propuesta plasmada en el mecanismo de Montevideo que tiene el apoyo de 15 de los 35 países del hemisferio.
El canciller, en el turno de preguntas de la conferencia de la Conferencia de las Américas organizada por el Council of the Americas, quiso aclarar que el “régimen de Maduro” y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de su tendencia compartida en la izquierda, no tienen nada que ver.
Somos de izquierda, pero democrática y que respeta los derechos humanos, no tenemos nada que ver», refirió.
Fuente: El Universal