Gracias por asomarse a la Ventana…
Expertos y calificadoras consideran que la refinería de Dos Bocas es un proyecto irracional en términos económicos…
Ni los tiempos ni las condiciones actuales lo justifican como un proyecto rentable…
Es como echarle dinero bueno al malo…
Y es que en México las refinerías han sido un fracaso…
Las condiciones económicas, sindicales y políticas han provocado que refinar gasolina aquí resulte más caro que importarla…
Justo por eso el gobierno dejó de construir nuevas refinerías, hace cuarenta años…
Sin embargo, el presidente López Obrador afirma que importar gasolina en lugar de refinarla aquí equivale a vender naranjas baratas para después comprar el jugo más caro…
Nadie se atreve a explicar al presidente que el exprimidor de naranjas sale más caro que importar el jugo elaborado…
Primero, López Obrador dijo que encargaría la refinería de Dos Bocas a cuatro empresas internacionales de calidad mundial, porque México no tiene capacidad de construirla…
Las empresas seleccionadas deciden no entrarle al contrato. Señalan que es imposible construir Dos Bocas al precio y en los tiempos fijados por el gobierno…
Ante esa reacción, en lugar de rectificar y cancelar el proyecto, o aceptar que saldrá más caro el caldo que las albóndigas, el presidente decide que Pemex la construya, a como de lugar, que Dos Bocas va, aunque esta decisión genere nerviosismo financiero y los bonos de Pemex coticen a la baja…
No hay más sordo que quien no quiera oír, ni ciego que no quiera ver. Me canso ganso…