Disney se ha sumado a Netflix en la presión contra la restrictiva ley contra el aborto aprobada en Georgia (Estados Unidos), un Estado conocido como el Hollywood del sur por la cantidad de producciones cinematográficas y televisivas que se realizan, atraídas por sus generosos recortes de impuestos. El consejero delegado de la multinacional, Bob Iger, ha avisado de que será «muy difícil» para la compañía continuar trabajando en Georgia si la ley entra en vigor.
«Dudo que lo hagamos», ha respondido Iger a la pregunta de si seguirían rodando en este Estado sureño, donde se han filmado taquillazos como Black Panther y la última entrega de Vengadores, End Game. «Creo que mucha gente que trabaja para nosotros no querrá trabajar ahí, y tendremos que atender sus deseos al respecto. Ahora mismo estamos estudiándolo con mucho cuidado», ha añadido en una entrevista, antes de la inauguración de una sección dedicada a Star Wars en el parque Disneyland en Anaheim (California).
El gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, firmó el pasado día 7 una de las leyes antiabortistas más restrictivas del país, al prohibir interrumpir el embarazo desde que se detecta latido fetal (alrededor de la sexta semana de gestación, cuando la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están en estado). Este miércoles los legisladores de Luisiana han aprobado una iniciativa similar. Está previsto que la norma de Georgia entre en vigor el próximo 1 de enero, si no lo impiden los tribunales.
La retirada de empresas como Disney o Netflix supondría un duro golpe para los intentos del Estado de crear empleos en la industria del entretenimiento, en la que trabajan más de 92.000 personas, según la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos. En 2018 se rodaron 455 producciones en Georgia. Netflix dijo a la revista Variety que de entrar en vigor la nueva normativa —debería hacerlo en enero de 2020— la plataforma de streaming “repensaría toda la inversión en Georgia”.
«Tenemos muchas mujeres trabajando en producciones en Georgia, cuyos derechos, junto con otros millones, estarán severamente restringidos por esta ley», dijo Ted Sarandos, director de contenido de la plataforma, en una declaración exclusiva a Variety. «Es por eso por lo que trabajaremos con ACLU y otras [organizaciones] para luchar en la corte. Dado que la legislación aún no se ha implementado, continuaremos filmando allí, al mismo tiempo que apoyaremos a los socios y artistas que elijan no hacerlo. Si alguna vez entrara en vigor, reconsideraríamos toda nuestra inversión en Georgia”.
En 2016, los legisladores de Georgia aprobaron un proyecto de ley que permitía a las organizaciones religiosas rechazar el proveer servicios sociales, educativos o de caridad a quienes violaran sus creencias, lo que se entendió como la pavimentación de la discriminación contra los homosexuales. Disney y Marvel alzaron la voz: sacarían sus equipos del Estado si daban luz verde a la ley de “libertad religiosa”. El gobernador de entonces, Nathan Deal, vetó la iniciativa. El año pasado, el Congreso estatal discutió un proyecto de ley que permitía a las agencias de adopción rechazar a las parejas homosexuales basándose en sus creencias religiosas. Hollywood nuevamente sacó la carta del boicot bajo la manga y el documento ni siquiera llegó al escritorio del gobernador. La presión en el caso del aborto tiene menos fuerza porque no existe unanimidad dentro de la industria.
Fuente: El País