La comunidad científica carece de consenso sobre el nivel en el que se debe declarar contingencia por partículas menores de 2.5 micrómetros (PM2.5), expuso la investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, Graciela Raga.
«Hay estudios que plantean que a partir del equivalente a 10 Imeca ya hay daños en la salud, hay otros que lo ubican en los 45 Imeca, pero lo cierto es que debe haber un umbral para la contingencia», planteó la especialista.
Informes del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) han documentado la gravedad de este contaminante con variedad de compuestos químicos.
Por su diminuta dimensión y capacidad aerodinámica además de las secuelas en la salud, las PM2.5 alteran los mecanismos de formación de nubes y lluvia, fenómeno que fue acreditado en la CDMX esta semana.
«En esta ocasión fueron las partículas generadas por los incendios, pero el parque vehicular también produce contaminación por PM2.5», indicó la Secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles.
El coordinador de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Víctor Hugo Páramo, explicó que una de las novedades en el programa de calidad del aire, que será presentado el miércoles, es el protocolo de contingencias, que agregará las PM2.5 al ozono y las PM10 como detonante de emergencias ambientales.
«Es un contaminante nuevo en el conocimiento de los ciudadanos. Una PM2.5 es tan pequeña que necesitamos 30 para tener el grosor de un cabello, pueden penetrar en el sistema respiratorio profundo e intoxicar nuestra sangre», expuso Páramo.
Fuente: Reforma