Este 3 de mayo en los países de Centroamérica y República Dominicana celebramos una vez más el Día Regional de las Frutas, alimento clave para disminuir las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), por su valor nutritivo y propiedades beneficiosas para la salud.
El objetivo de esta celebración es, precisamente, promover el consumo de frutas para beneficio del consumidor, pero también visibilizar la importancia de este sector en la economía de los países. “La fruticultura de Costa Rica se vincula con gran éxito en los mercados de exportación. Por ejemplo, el sector generó divisas en 2017 por monto de $2185.4 millones de dólares en fruta fresca y $403.5 millones de dólares en productos de fruta procesada. Sin embargo, también es evidente que el mercado interno de frutas adquiere día con día un mayor crecimiento”, detalló Alberto Montero, coordinador del Programa de Frutas Tropicales del Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG.
En la actualidad, la producción de frutas contribuye a la seguridad alimentaria, a la reducción de la pobreza rural y al desarrollo sostenible de los países, mediante el fortalecimiento de la agricultura familiar, la adaptación y mitigación al cambio climático y el combate a la malnutrición.
La fruticultura es fuente de ingresos para muchas familias y se vincula, en diferentes grados, a los mercados de exportación intrarregionales e internacionales. “Sobre este particular, es importante destacar que en nuestro país se produce el mejor banano, piña y papaya del mundo, además una amplia lista de otras frutas de carácter tropical, las cuales en su totalidad suman aproximadamente 150.000 hectáreas establecidas a nivel nacional”, agregó Montero.
Por su parte, Kattia Jiménez, del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), asegura que las frutas son aliadas de la salud y del buen funcionamiento del organismo. “La prevalencia del sobrepeso y obesidad, que sigue en aumento en la población costarricense y que inicia cada vez más a edades tempranas de la vida, es un condicionante de otra serie de enfermedades crónicas, como presión alta, diabetes, colesterol alto, problemas del corazón, las cuales conllevan a disminuir la calidad de vida en etapas posteriores y con ella también la esperanza de vida. En este sentido, las frutas constituyen un aliado para la salud, ya que aportan vitaminas y minerales que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo, además son fuente importante de fibra dietética que brinda saciedad y ayuda a mantener un peso saludable”, aseguró.
Según el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018, el sobrepeso y la obesidad están ganando terreno en América Latina y el Caribe, afectando a más de la mitad de la población adulta de Centroamérica y la República Dominicana y a cerca del 7% de los menores de 5 años.
“Las frutas tienen un gran valor para frenar esta epidemia de obesidad que estamos enfrentando, al ser un pilar fundamental para una alimentación saludable, nutritiva y de calidad. Por lo tanto, debemos garantizar el acceso y fomentar su consumo hoy y desde edades tempranas, ya que es una garantía para la salud de las futuras generaciones”, destacó Adoniram Sanches, Coordinador Subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica y Representante en Costa Rica.
La fruticultura, bien manejada, también ofrece grandes aportaciones al ambiente y es fuente de biodiversidad. Por ejemplo, los cultivos perennes o de ciclo largo como cítricos, mango, aguacate y níspero, entre otros, limitan la erosión del suelo, ayudan a mantener los mantos acuíferos y contribuyen a la captura de gases de efecto invernadero. (Mundo Agropecuario)