A pesar de las diversas variables que reportan el inicio complicado del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ratificó su visión de las perspectivas económicas para México: es posible crecer a 4 por ciento, al doble del periodo neoliberal, resumiéndolo a su peculiar manera: vamos requetebién. Aludió a la fortaleza del peso como expresión del rumbo de la economía sin aludir otros indicadores.
Estamos tranquilos, porque hay confianza en México, como lo demuestra la disposición de Larry Fink, ejecutivo en jefe de BlackRock, uno de los fondos de inversiones más grandes del mundo, de convocar a una cumbre de inversionistas en México. Además de diversas expresiones de la iniciativa privada que coinciden con la viabilidad de la perspectiva de crecimiento, desde el Consejo Coordinador Empresarial hasta Carlos Slim.
Durante su conferencia, el mandatario rectificó la información de la Secretaría de Hacienda sobre el subejercicio presupuestal de 6.5 por ciento en el primer trimestre. No es subejercicio, son ahorros que se están teniendo y va a haber otros, ahora que se aprobó en una primera instancia el plan de austeridad, porque se deberá compensar la caída de ingresos vía Petróleos Mexicanos, ya que se le van a reducir el pago de derechos para darle más fuerza y autonomía.
Mencionó que el presupuesto se elaboró conjuntamente con la administración pasada, pero en su ejercicio se están alcanzando ahorros y se van a reorientar recursos. Es un menor gasto porque no hay derroche. Si observan, hay más recaudación que gasto. No estamos gastando más de lo que se ingresa. ¿Qué quisieran los expertos neoliberales, que gastáramos más de lo que ingresa a la hacienda pública, que haya déficit? No. Es un manejo profesional de las finanzas públicas.
Para López Obrador la viabilidad de crecer 4 por ciento anual se mantiene vigente pese a las expectativas a la baja que diversos actores han dado a conocer. Aludió al Plan Nacional del Desarrollo, en el cual fijó como objetivo sexenal el crecimiento al doble de los 36 años de neoliberalismo, que limitó la tasa a 2 por ciento.
López Obrador atribuyó la confianza en el país a que estamos haciendo valer el estado de derecho y también a que en el extranjero saben muy bien que no se va a permitir la corrupción en el país y eso antes generaba mucha desconfianza.
Resumió los tres ejes en que se basará el crecimiento económico: no permitir la corrupción, pues si hay corrupción ningún modelo funciona; detonar la economía popular, y promover el desarrollo desde el Estado, porque antes se apostaba a que el mercado logrará por sí solo el crecimiento económico.
Fuente: La Jornada