Petróleos Mexicanos (Pemex) contrató está mañana el refinanciamiento de 2,500 millones de dólares sobre su deuda además de la renovación de dos líneas de crédito revolventes por 5,500 millones de dólares adicionales para ampliarlas de tres a cinco por 5 años con una reducción en las tasas de interés.
«No estamos contratando deuda adicional para Pemex, por el contrario estamos mejorando las condiciones financieras de lo que ya se debía, logrando mejores condiciones tanto en plazos como tasas», dijo el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, durante la firma de estos acuerdos en Palacio Nacional durante la conferencia matutina presidencial.
Como explicó el presidente Andrés Manuel López Obrador, la administración pasada de Pemex había dejado firmada esta línea de crédito de 8,000 millones de dólares, que ahora pretenden renovar para ampliar el plazo y mejorar las tasas. Los bancos HSBC, Mizuho y JP Morgan firmaron estos compromisos de créditos que quedan a disposición de la empresa, misma que con una deuda de 106,000 millones de dólares es considerada la petrolera más endeudada del mundo.
“Esto demuestra la confianza que hay en México y su gobierno”, dijo el primer mandatario.
Por otro lado, la dirección de Pemex anunció también que la Secretaría de Hacienda le permitirá elevar el tope de migraciones de campos del régimen de asignación a contratos con mejores condiciones fiscales, pasando de 250,000 a 400,000 barriles promedio diario.
La ampliación de este tope para aumentar el margen permitirá ahorros de 25,000 millones de pesos a Pemex, según el director general de la empresa.
Para estos cambios sólo se requerirá de la firma del decreto, pero se están preparando reformas legales que se presentarán en septiembre junto a las leyes de ingresos y egresos, respecto al régimen fiscal de la petrolera, explicó el presidente López Obrador.
Pemex ha realizado ya algunas migraciones como la del contrato de producción compartida de los campos en aguas someras Ek y Balam, que juntos producen más de 44,000 barriles diarios de crudo aportando casi 60% de la extracción mediante contratos del nuevo régimen en el país.
Fuente: El Economista