¿Qué sabemos del incendio de Notre Dame de París?

Publicado por
Aletia Molina

Alrededor de las 18.50 hora francesa, la misma que la peninsular española, se declara un incendio en la catedral de Notre Dame, según un portavoz de los responsables del monumento. El humo era visible desde kilómetros de distancia.

¿Qué lo causó?

Poco después de las 19.00 intervienen los bomberos. Según las autoridades, el incendio estaba «potencialmente vinculado» a las obras de renovación del edificio, el monumento histórico más visitado de Europa. Durante estas obras, varias estatuas habían sido retiradas previamente con grúa para su restauración.

¿Hay víctimas?

La policía no ha informado sobre si hay víctimas. Los agentes han acordonado la zona y han desalojado a los numerosos turistas que se encontraban dentro del monumento. Los obreros que trabajan en la renovación del edificio estaban ausentes en aquel momento. Según la agencia Reuters, hay un bombero «herido grave».

¿Qué parte del monumento se ha dañado?

Antes de las 20.00, la reconocible aguja que coronaba el edificio se ha derrumbado. El fuego también ha tomado el ático de la catedral y ha colapsado parte de la techumbre. Cuatro horas después de declararse el incendio, unos 400 bomberos seguían intentando apagarlo, con la dificultad añadida de que la altura de las llamas hacía difícil que las alcanzase el agua de las mangueras. Al filo de las 23.00, los bomberos han afirmado que la estructura del edificio «está salvada en su conjunto». Además, se ha logrado rescatar parte del tesoro, como la corona de espinas y la túnica de San Luis.

¿Qué han hecho las autoridades?

El presidente Emmanuel Macron ha suspendido un discurso que tenía previsto a las 20.00 horas sobre la crisis de los chalecos amarillos. “Nuestra Señora de París presa de las llamas”, dijo. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha declarado en Twitter: «No tengo una palabra fuerte para expresar el dolor que siento». Ambos se han desplazado al lugar del suceso. También lo han hecho el primer ministro, Édouard Philippe, y el arzobispo Michel Aupetit.

Fuente: El País

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Aletia Molina