Carlos Ferreyra
Voy camino a Puebla, país de huachicoleros donde se están registrando infinidad de agresiones contra uniformados de todo nivel, sin que haya una respuesta firme, definitiva contra este flagelo.
Entendible, y lo veremos cuando la mitad de la pareja divina Citlali alias la Yeidckol y el Gran Barboso, se apoderen totalmente de la administración pública del sufrido estado que apenas veía la salida a los atropellos y malos manejos de la antes llamada pareja imperial, Moreno Valle y su esposa, Éricka.
Claro, debemos entender con esta elección, decidida de antemano por YSQ, quedaremos en la oscuridad sobre las causas del accidente del helicóptero, será otro episodio más de los muchos que se amontonan en el cajón de los trebejos históricos.
Aquí no hubo asesino solitario ni complot visible, salvo cuando el Gran Barboso se permitió el lujo de mostrar su felicidad por la muerte de la más que efímera gobernadora y cónyuge acompañante. Fue la expresión de un sujeto satisfecho ante el episodio previsto.
Se repite la elección y con la característica insensibilidad al más alto nivel, se impone a quien anteriormente fue descalificado, derrotado y repudiado por sus paisanos. Le descubren maniobras, cochupos y la adquisición oscura de inmuebles, entre los cuales la casa de los perros o como se haya llamado, propiedad del expresidente Miguel de la Madrid.
Originalmente tasada en cerca del centenar de millones de pesos, la adquirió con escasos diez meloncitos. Dinero no muy grande ante las monstruosas cifras manejadas en el saqueo de las riquezas nacionales, del erario, pero sin que Barboso explique origen de sus recursos hoy extensibles en abundancia a sus familiares cercanos.
De modesto sembrador, coa en mano, a rico latifundista urbano. Eso, tras la disposición de los financiamientos a los partidos políticos en los que ha militado y en los que, por su mutilado pie, le han otorgado premios, beneficios y cargos inmerecidos. La piedad es grande, sin duda.
La Yeidckol, una de las tiradoras para La Grande cuando don Peje ya no sea menester, pretende apoyarse en Puebla para empezar a sumar y acumular votos en su favor. Enfrente, tiene a Ricardo Monreal y su tribu de seguidores entre los que hay que contabilizar a sus hermanos, hembras y machos, que sin duda trabajan activamente en favor de la postulación, aún lejana, de su fratelo.
Otro caso de campiranos venidos a más, con ayuda de almacenes de alquiler donde ignotos alquiladores guardaban su recolección de yerba mientras allí mismo la empaquetaban y la embarcaban a su destino final, el norte.
Por allí también anda el coso denominado El Noroñas quien protesta porque le critican sus periplos a China, Estados Unidos, Europa, Venezuela, Argentina… todos a partir del triunfo de la 4T. ¿De dónde tan repentina bonanza? Diría un italiano: Chi lo sá.
Hay más francotiradores, como Leches Betty, alias Martí Batres y habrá que insistir, cuando a la Tía Tatti la postulan como sucesora de López Obrador y ella aumenta su actividad en las redes. Igual que la señora esposa, que empieza a aparecer en todos lados, con actividades culturales, faranduleras, editoriales, y cada vez menos como madre del joven que lleva a sus amigos a visitar a su padre en el Palacio Virreinal.
Por cierto, en la esquina de Motolinía y Tacuba, se colocaba una orquesta que tocaba melodías muy alegres combinadas con piezas de la música mexicana de antaño. De la época del romanticismo, entiéndanse valses, rigodones y otras similares.
A un lado una salida del Metro, juntaba un público que llegaba casi a bloquear los accesos y la calle. La gente los apoyaba, les dejaba una propina y así la llevaban. Era un conjunto de personas ciegas, a las que el maldoso de Joel Hernández Santiago daba promovía como “La Sonora Buenavista”.
A escasas tres calles, sobre Madero, la señora Gutiérrez Müller decidió leer sus poemas. O algunos ajenos incluyendo al nayarita conocido como Amado Nervo.
Colocaron sillas, hicieron un semicírculo con fotógrafos, pocos, y dio principio la función. En las gráficas poco difundidas, aparecen una docena de curiosos que ni siquiera se dan por enterados de quien era la lectora. La escuchaban y se retiraban sin mayor preámbulo. Así la promoción de quien rechazó un título que nunca existió en México, salvo en la mente de los colonizados: Primer Dama.
En fin, así avanzamos en la administración de AMLO, y seguiremos en la protección a los huachicoleros poblanos, pioneros en este negocio. Barboso lo garantiza. Falta poco para verlo.
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