El paquete fiscal del año próximo (2020) contemplará la reorganización del impuesto predial; se ampliarán las potestades para contribuciones ambientales de los estados; se ordenará la tenencia vehicular; se terminará con la facturación falsa y ya no habrán empresas fantasma.
Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados desglosó las medidas fiscales que se habrán de aplicar en la negociación del paquete fiscal del año por venir. Entre ellas también destacan la regulación fiscal del comercio digital; se disminuirá la brecha entre la tasa legal del Impuesto Sobre la Renta y la efectivamente pagada, y se actualizarán las regulaciones fiscales a tabaco, bebidas azucaradas, comida chatarra y alcohol.
En tanto, durante el II foro entre legisladores en materia hacendaria, celebrado en la Cámara de Diputados, el auditor superior de la federación, David Colmenares adujo que la presión sobre las finanzas públicas, requiere “hacer una reforma fiscal, hacer una revisión del pacto fiscal, son temas que han estado siempre presentes, por lo menos en los últimos años, porque evidentemente tenemos una gran presión en materia de finanzas públicas.
“Tenemos un gasto público que, además de que no ha sido muchas veces bien gastado, no se han revisado muchos criterios, tanto para la distribución de recursos con las entidades federativas y los municipios, y en la parte recaudatoria están muy concentrados, por supuesto, en el orden federal.”
Colmenares, identificado con Heladio Ramírez López y Gabino Cue, justificó su argumento al sostener que la carga fiscal en México, es de las más bajas del mundo, por lo menos de los países de la OCDE, cuyo promedio es 34 por ciento. En América Latina y el Caribe, de 22; nosotros andamos por el 16, incluyendo los ingresos de seguridad social.
También observó que existen salidas a cualquier contingencia, pero utilizando las recetas del pasado: “es evidente que en el mediano plazo no habrá problemas porque hay un Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros que se crea en 2006 cuando se aprueba la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que hoy tiene cerca de 80 mil millones de pesos que puede permitir cualquier impacto negativo de los ingresos nacionales; sin embargo, este fondo solamente se utilizó en 2009 cuando los ingresos cayeron bruscamente a un nivel de 40 mil millones de pesos y el fondo tenía solo 24 mil y pudieron sortearlo también haciendo un mecanismo como de multiplicación del remanente”.
Fuente: La Jornada