España aguardaba este domingo los resultados de las elecciones generales legislativas, marcadas por un voto masivo, con el socialista Pedro Sánchez como posible ganador aunque sin mayoría para gobernar, según sondeos, y con la interrogante de con qué fuerza irrumpirá la extrema derecha.
Cinco partidos nacionales dominarán el Parlamento español surgido de las legislativas de este domingo, aunque ninguno con mayoría absoluta.
Con el 100 por ciento de los escrutinios:
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtiene 123 escaños
Unidas Podemos, 42.
Así, la izquierda suma 165 escaños.
De esta manera, no llega a la mayoría absoluta (176) y necesitarán el apoyo de otros partidos para gobernar.
El Partido Popular logra 66 escaños
Ciudadanos logró 57 escaños
Vox, la extrema derecha, 24 escaños.
Así, la derecha suma 147 escaños.
La participación en los comicios ha sido del 75.75 por ciento, nueve puntos más que en los de 2016.
Los colegios cerraron a las 20:00 h (13:00 h en la Ciudad de México). La participación se anunciaba muy alta, ya que dos horas antes del cierre era del 60.75 por ciento, es decir 9.5 puntos más que a la misma hora en las pasadas elecciones de 2016.
Dos sondeos realizados durante los últimos días y publicados al cierre de los centros electorales daban la victoria al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Con el 100 por ciento de los votos contados, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez es el ganador de las elecciones generales españolas, pero necesitará pactar para reeditar su gobierno.
Dos opciones tendrá para seguir al frente de La Moncloa: reeditar el pacto de la moción de censura, con el apoyo de los independentistas catalanes, o un acuerdo con Ciudadanos, el otro gran ganador de la noche electoral.
El líder socialista y presidente del gobierno saliente Pedro Sánchez reivindicó este domingo la victoria en las elecciones legislativas españolas, frente a cientos de simpatizantes en Madrid.
“El Partido Socialista ha ganado las elecciones generales, y con ello ha ganado el futuro y ha perdido el pasado”, proclamó. Según datos casi definitivos, su partido obtuvo 123 de los 350 escaños de la cámara baja, lejos de la mayoría absoluta, y deberá pactar con otras fuerzas para continuar dirigiendo el país.
ular, liderado por el conservador Pablo Casado, fue el gran perdedor de la noche. Perdió más de la mitad de los escaños y se quedó en 66.
“No eludo las responsabilidades, el resultado ha sido muy malo”, reconoció.
El PP no suma por tanto con Ciudadanos y Vox, como era el objetivo de Casado, y por añadidura perdió el control del Senado, que pasa a manos socialistas según resultados provisionales.
Tras el resultado, el PP tiene previsto reunir a su comité de dirección el lunes para analizar los resultados electorales tras perder al menos la mitad de sus 137 diputados.
Pablo Iglesias, líder de Podemos, confirmó que se contactó con Sánchez para felicitarlo; y reconoció que lo obtenido por su partido es un mal resultado, pero “es suficiente para frenar la extrema derecha”.
El político hizo un duro discurso ante sus simpatizantes, apoyado del independentismo catalán, con el que pretendía atraer el voto de la derecha, y progresista en asuntos sociales, para intentar granjearse la simpatía de los votantes del PSOE desencantados y próximos al centro.
El catalán evidenció en los debates su anhelo de erigirse en cabeza de la oposición de derechas, a pesar de que su tono incisivo, nervioso por momentos, no le jugó una buena pasada en el último, el pasado martes. Con esa idea ha seguido hoy, cuando ha afirmado, tras conocerse los resultados, que no pactará con los socialistas.
Por su parte, VOX, el partido de Santiago Abascal y representante de la extrema derecha, ha logrado 24 escaños y no pasa del quinto puesto en ninguna comunidad autónoma electoralmente significativa.
El respaldo a Vox ha crecido, y se confirmó hoy. Creció respecto a las elecciones municipales de 2015, donde solo lograron 9 mil 867 votos en Madrid y, con ello, cifras en mano, dejó tal vez a Esperanza Aguirre sin la alcaldía.
Ondeando banderas de España, varios centenares de seguidores de la formación española de extrema derecha de Vox saludaron este domingo el inicio de una “revolución de la gente normal”, aunque sin ocultar la decepción por haber logrado menos votos que los esperados.
Fustigando por igual a los “traidores de España” y a la “derechita cobarde”, Santiago Abascal consiguió al frente de Vox, que ganó 24 diputados en las legislativas españolas, resucitar a una extrema derecha marginal desde el fin de la dictadura franquista en 1975.
“Después de una campaña muy dura es un alivio, pero ganar no es gobernar”, apuntaba Esther López, una contable de 51 años que se encontraba este domingo noche en la sede nacional del PSOE en Madrid.
“Sobre todo espero que no pacte con Ciudadanos, quiero un gobierno de izquierdas”, añadió esta mujer que milita en el PSOE desde hace 33 años.
En unos comicios que se han presentado como una pelea entre el bloque de izquierda y el de derecha, la posibilidad intermedia de pactar con Albert Rivera, líder de Ciudadanos, le evitaría a Sánchez tener que apoyarse en los partidos separatistas catalanes.
Estos han pedido a cambio algo a lo que el socialista se opone firmemente: un referéndum de autodeterminación.
Sin embargo, Sánchez y Rivera han tenido una relación muy áspera en los últimos meses, que habría que reconstruir por completo.
Durante la campaña, buena parte del debate político giró en torno al conflicto político catalán.
En junio, Sánchez se apoyó en los partidos catalanes para hacer prosperar la moción de censura con la que expulsó del gobierno al conservador Mariano Rajoy.
La maniobra le valió acusaciones por parte de la derecha de ser “un traidor” y “un peligro público”, y dio alas a la ultraderecha.
El presidente del gobierno saliente replica que fueron los separatistas y la derecha quienes tumbaron en febrero su Presupuesto 2019 y forzaron este adelanto electoral, las terceras elecciones legislativas en apenas tres años y medio.
Fuente: AFP