OneWeb, un fabricante de satélites que ha recaudado más de 2 mil millones de dólares de Virgin Group de Richard Branson y empresas como SoftBank, Coca-Cola y Airbus para construir un “internet espacial”. La idea es lanzar unos mil 980 satélites para enviar señales. El 27 de febrero, Branson fue uno entre 200 espectadores que se unieron al fundador de OneWeb, Greg Wyler, en la selva amazónica de la Guayana Francesa para ver despegar los primeros seis satélites.
Wyler fundó OneWeb en 2012 y, poco después, persuadió a Branson para ayudar a financiarla. Aunque los satélites se han usado para transmitir datos de internet desde hace décadas, los servicios existentes son caros y lentos, porque los modelos convencionales del tamaño de un sedán son difíciles de operar, corren en tecnología vieja y orbitan la Tierra a unos 30 mil kilómetros de distancia, haciendo que la cobertura sea irregular.
El pitch de Wyler: utilizar equipo más avanzado para enviar miles de satélites del tamaño de lavadoras a la órbita baja, a mil 200 kilómetros de distancia del planeta. En teoría, una mayor red de satélites deberá cubrir a todos, incluso a las más de 3 mil millones de personas que todavía no tienen acceso a la veloz fibra óptica.
El fundador de OneWeb prometió hacer antenas de bajo costo para colocarse en casas, escuelas y hospitales y jalar datos a una velocidad increíble. Por primera vez, el mundo estaría rodeado de una especie de cascarón que le daría a una escuela en Ruanda acceso a la misma información y herramientas que a una escuela en California, y haría que un alpinista publique desde la cima del Monte Everest.
El gasto del proyecto de Wyler, incluida tecnología más cara de lo esperado e inversores escépticos, lo han obligado a moldear sus ambiciones. En el plan revisado, los satélites recién lanzados se unirán a unos 650 más en los próximos dos años. La primera flotilla tiene el fin de hacer dinero al llevar internet de alta velocidad a aviones, cruceros o gobiernos.
“Es el proyecto espacial civil más grande del mundo”, dijo Wyler en el Centro Espacial Guayanés. “No estamos financiados por NASA ni el gobierno y puede representar una pérdida. Queremos llevar el internet a los más pobres del mundo y hemos construido el sistema más caro del mundo para hacerlo, y la expansión de los servicios debe pagarse sola”.
Compañías con nombres como Telesat y LeoSat tienen planes similares, pero la competencia más grande de Wyler es Elon Musk, director general de SpaceX y Tesla, y quien tiene una relación de amor-odio con Branson. SpaceX envió dos sistemas de prueba de internet a la órbita el año pasado, y su batalla con OneWeb está llena de dosis adicionales de amargura y odio. “Mi problema con SpaceX es personal”, dijo Wyler.
Alguna vez él y Musk planeaban construir OneWeb con apoyo económico de Google. En 2014, Wyler pasó meses exponiendo sus ideas a Musk, sólo para enterarse que SpaceX decidió hacer un proyecto similar y sacó a Google de la jugada.
SpaceX dijo en un comunicado que el concepto de un internet espacial es mucho más antiguo que los proyectos de ambas compañías, que su sistema funcionará mucho mejor que el de OneWeb y que Musk se negó a trabajar con Wyler por desacuerdos sobre la arquitectura técnica y derechos de espectro. “El señor Wyler y el señor Musk nunca han sido amigos”, dijo un vocero de SpaceX.
El fundador de OneWeb dijo que es él quien tiene una gran delantera tecnológica, haciendo mención a las antenas de bajo costo de una compañía en la cual invirtió llamada Wafer. OneWeb también aseguró los derechos de espectro inalámbrico para su servicio mucho antes que sus rivales.
Guayana Francesa ofrece un trasfondo simbólico para la misión de Wyler y Branson para llevar toques de modernidad a los pobres y alejados locales. La economía en el territorio francés está atascada en neutral con poca agricultura y una fuerte dependencia en importaciones y subsidios de su colonizador.
Construido en los 60, el Centro Espacial Guyanés presenta un estudio que contrasta con sus alrededores. Su sede en Kourou está a una hora de la capital, Cayenne. Para llegar al puerto espacial, recorres una carretera de dos carriles en una selva y casas con techos de lámina.
Los espectaculares en la carretera anuncian desde papas hasta satélites. La instalación abarca 700 kilómetros cuadrados, emplea a miles de personas y sirve como sitio de lanzamiento para cohetes europeos. Arianespace, compañía aeroespacial europea, opera tres bases de lanzamiento: dos para sus propios cohetes y una para una versión del Soyuz ruso, que llevó los satélites de OneWeb.
Fuente: El Financiero