Los conflictos internos en Mali han causado cerca de 260.000 refugiados y desplazados en el país africano, donde 3,2 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, destacó hoy la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

“Mali vive entre el desorden y la esperanza”, señaló en rueda de prensa la jefa de la oficina de OCHA en Mali, Ute Kollies, quien destacó que facilitar asistencia humanitaria al país africano “también es una inversión en seguridad”. Un total de 2,7 millones de personas se encuentran actualmente en situación de inseguridad alimentaria y 660.000 niños menores de cinco años están en riesgo de desnutrición aguda, según las cifras que facilitó hoy el organismo de las Naciones Unidas.

Además, 257.000 estudiantes malienses no tienen acceso a la educación no sólo por el cierre de escuelas a causa de la violencia, sino también debido a la situación de inseguridad, que lleva a muchos a no asistir al colegio aunque siga abiertos. “Se está perdiendo toda una generación”, afirmó Kollies, quien añadió que “los niños que hayan estado fuera de la escuela durante años no serán padres que soliciten educación para sus hijos porque habrán encontrado otras formas de sobrevivir”. El plan de respuesta humanitaria de la OCHA en Mali para 2019 es de 296 millones de dólares (263 millones de euros).

Fuente: MVS