Mañana se celebra el Día del Niño, un segmento poblacional que ha resultado ser una ‘buena jugada’ de negocios para las franquicias, que entre 2011 y 2018 pasaron de tener 80 marcas con este enfoque a 130, un aumento de 62.5 por ciento.
“La razón de este impulso es que los padres demandaron más opciones y mejores servicios para ofrecer a sus hijos, no solo dentro de las escuelas y centros deportivos”, consideró Ferenz Feher, CEO de la consultora Feher & Feher.
Las franquicias con perfil infantil han conseguido en los últimos años un crecimiento en sus ventas y expansiones de hasta el 20 por ciento, según la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF).
En México hay mil 300 marcas de franquicias, de las cuales el 10 por ciento atienden el mercado juvenil e infantil, de acuerdo con la AMF.
“Un hecho incontrovertible es que la pirámide poblacional se está revirtiendo (hay menos niños y más adultos), pero sigue siendo un mercado atractivo porque los padres buscan desde cortes de cabello hasta clases”, dijo Juan Manuel Gallástegui, CEO de la consultora Gallástegui Armella Franquicias.
Esto lo saben marcas como Flip Out, Froggin, Campamento Kukaponga y Sipirily que aprovechan que 32.8 por ciento de la población mexicana son niños y adolescentes menores de 17 años, lo que se traduce en 39.2 millones de clientes.
Flip Out, su negocio brincar
Flip Out, de origen Australiano, llegó a México en 2005 y tiene presencia en más de 20 países. Es una especie de parque de trampolines, cuyo concepto fue traído por Julio Javier Osorio Blanchet y su esposa, que son dueños de la franquicia maestra en ‘tierra azteca’.
El parque busca que los niños se ejerciten, en un entorno seguro, mientras se divierten ya sea que celebren un cumpleaños, que vayan de paseo escolar o como premio por buenas calificaciones.
Tienen 4 centros en Culiacán, Tlaquepaque, Ciudad Guzmán y Mérida, pero su meta es operar un mínimo de 15 sucursales al 2021.
Osorio Blanchet anticipó que este año podrían sumarse una unidad en Monterrey y otra en Sonora. Asimismo, planean recaudar mínimo 22 millones de pesos en crowdfunding para abrir sucursales en Tabasco y León.
Flip Out requiere de una inversión de 15 millones de pesos, y tiene un retorno de 36 a 48 meses.
Froggin, la escuela bilingüe
Edgar Rodríguez Cerdán, director de la franquicia Froggin relató que este negocio nació en 2005 en Monterrey, donde su esposa daba clases en la cochera de su casa.
El modelo se convirtió en franquicia en 2010 y actualmente tienen 41 sucursales y proyectan sumar 6 unidades por año.
“Observé que la educación de inglés no estaba diferenciada, además de la magia que hacía mi esposa para que los niños perdieran el miedo al inglés”, relató Cerdán.
La franquicia de Froggin tiene un costo total aproximado de un millón de pesos, con un retorno de inversión de 12 a 18 meses.
Kukaponga y los campamentos
Un negocio que pasó por tres generaciones en México hoy es la franquicia de Campamentos Kukaponga con presencia en Perú, Panamá, Colombia, Chile y próximamente Madrid y Costa Rica.
“Somos un campamento de tres generaciones, mi bisabuelo quería que los niños tuvieran contacto con la naturaleza y se trabajara al mismo tiempo valores de convivencia y antibullying”, compartió Andrea Lecanda, directora de Campamentos Kukaponga.
La franquicia cuesta entre 290 y 450 mil pesos, que depende del tiempo de licencia que es de 5 o 10 años, con un retorno de inversión de seis a 12 meses. Lecanda detalló que el servicio de campamento es un negocio de servicio que se adapta a escuelas y firmas.
Sipirily, sigue la fiesta
La franquicia del salón de fiestas infantiles Sipirily nació de la oportunidad de facilitarle la vida a los padres de familia para que pudieran disfrutar el cumpleaños de sus hijos junto con ellos, declaró Alexa Castell, directora general de Sipirily.
Actualmente tienen 28 sucursales y este año contemplan sumar otras cuatro más, todas en la Ciudad de México y Área Metropolitana.
Alexa Castell detalló que el principal reto los últimos años de su negocio ha sido adaptarse a las nuevas generaciones que son más tecnológicas.
“Las nuevas generaciones vienen un poco más difíciles, lo enfrentamos con el desarrollo de juegos que sean más dinámicos y los niños se integren, como los troncos que giran o laberintos con obstáculos”, indicó la directiva.
Sipirily tiene un costo de 3 millones de pesos promedio para la inversión inicial, con un retorno de 24 a 36 meses.
Fuente: El Financiero