La tendencia a encontrar nuevas formas de movilidad en la ciudades, combinada con las posibilidades de las plataformas colaborativas, dieron por resultado servicios de renta de bicicletas, patines o scooters como se les conoce.

Hace años, Uber surgió como un modelo disruptivo de negocio.  Su operación revolucionó el servicio de transporte, impactó a modelos ya establecidos como los taxis y sentó precedente.

En el tiempo han tenido que llevar a cabo ciertas adecuaciones en cada ciudad, Estado y país en los que opera, pero, llegó para quedarse.

Este es exactamente el momento que atraviesan estos nuevos servicios que le menciono, el de las bicis y los scooters.  Ya encuentra oposición; de los vecinos, de los taxistas y hasta resistencia política, pese a tratarse de una opción no contaminante y altamente eficiente.

Habrá de encontrarse la medianía ya que la razón asiste también a los vecinos, pero, será otro negocio disruptivo que también, llegó para quedarse.