Enojo e incertidumbre permea entre los consumidores que se sienten engañados por las empacadoras de atún luego de conocerse que algunas empresas comercializan el alimento con altos porcentajes de soya y ahora buscan nuevas opciones.
En plena Cuaresma 2019, las latas de atún en centros comerciales de la Ciudad de México se ofertan con un promedio de 20 por ciento de descuento.
A principios de marzo pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó un hallazgo: encontró que 18 presentaciones de atún analizadas en sus laboratorios contenían hasta 62 por ciento de soya, sin que se precise al consumidor esta información.
Mientras el interés por el atún en lata disminuyó, amas de casa y comerciantes aseguran que hay quienes optan por atún fresco.
“Por lo menos aquí no hay posibilidad de que se le esté engañando al consumidor. El pescado se corta y se despacha delante del cliente”, dijo Antonio Carbajal, comerciante de pescados y mariscos en el mercado La Nueva Viga en la alcaldía de Iztapalapa.
En un recorrido por la plaza, dijo que “sí se han llevado un poquito más de atún fresco que en otros años, y es que aunque pareciera más caro, a 160 pesos el kilo, el consumidor tiene la certeza de que se trata de atún”.
Pese a que las ventas en general se han deprimido, sí hay amas de casa que preguntan por el atún fresco toda vez que, según ellas, el de lata ya no les da confianza.
“Y como quieren vender si ya no sabemos en quien confiar. Tantos años buscando lo mejor para que coma la familia y resulta que nos engañan. Me da mucho gusto que hasta estas cosas esté cuidando nuestro gobierno. Yo ya no llevo atún, aunque me lo regalen”, señaló la señora Teresa Lomelí, visiblemente molesta.
Su hija, de nombre Jazmín, expuso que se sintió defraudada, ya que por instrucción médica no debe comer soya, pero el atún sí lo tenía permitido.
“Imagínese, estaba yo comiendo soya sin darme cuenta. Es un engaño. Estoy muy molesta y espero que si hagan algo en contra de estos engañadores”.
Antonio Carbajal, destacó que por lo menos comprando el producto fresco, se tiene la seguridad de que propiedades como el Omega 3, buscada por muchas amas de casa para el alimento de la familia, las contiene.
Además, la forma de cocinarse es prácticamente igual que el atún en lata y se puede comer incluso en diversas formas, ya sea en trozo o en filete.
Por otro lado, en los centros comerciales se invita constantemente, mediante altavoces, a consumir atún durante la presente temporada de Cuaresma.
En los anaqueles se identificaron ofertas que dejan la lata del alimento hasta 20 por ciento menos de su precio normal, es decir, de un costo regular de 18.50, se anuncia la oferta de tres latas por 43.50 pesos.
Alejandro, consumidor, señaló que ahora el problema es que no sabe qué comprar.
“Lo que yo quisiera saber es cuál atún es el bueno para comprarlo. Supongo que me tengo que guiar por el precio, pero si sería bueno que las autoridades nos dieran esa seguridad”.
El estudio de Profeco reveló que en una de las presentaciones analizadas de Atún aleta amarilla con proteína de soya en agua y aceite con contenido neto de 140 gramos y masa drenada a 100 gramos, se encontró hasta 62 por ciento de soya en masa drenada, por lo que estableció que el consumidor no está adquiriendo atún, sino soya con atún.
Por ello, el organismo recomendó leer cuidadosamente la etiqueta al momento de comprar atún envasado, revisar los ingredientes para identificar si el producto contiene soya; verificar la fecha de caducidad y no consumir envases con cualquier alteración ni textura desagradable. (NOTIMEX)