Internacional

¿Cómo queda el congreso español tras las elecciones?

Publicado por
Aletia Molina

Cinco partidos nacionales dominarán el congreso español surgido de las legislativas de este domingo, aunque ninguno con mayoría absoluta.

Los socialistas deberán sopesar opciones y negociar para articular una mayoría que les permita seguir gobernando, como vienen haciendo desde junio.

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

Pasando de 85 a 123 escaños en el Congreso de los Diputados, la cámara baja del Parlamento, los socialistas ganan las elecciones legislativas por primera vez desde 2008.

Para alcanzar la mayoría de 176 escaños en el Congreso (sobre un total de 350) y seguir gobernando, Sánchez tiene tres opciones:

Pactar con el centroderecha liberal de Ciudadanos, con el que suma 180 escaños, pese a que su líder, Albert Rivera, lo ha atacado repetidamente por dialogar con el separatismo catalán y de momento habla de hacer “oposición”.

Pactar con la izquierda radical de Podemos y los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (180 escaos en total).

Pactar con Podemos, el Partido Nacionalista Vasco (6 escaños) y varias formaciones regionalistas, contando con que los separatistas catalanes se abstengan y permitan su investidura en el Parlamento.

En este caso dirigiría un gobierno minoritario.

Partido Popular (PP)

El gran perdedor de la noche, con 66 escaños, menos de la mitad que en las últimas legislativas de 2016, cuando tuvieron 137.

El resultado es amargo para su presidente Pablo Casado, sucesor de Mariano Rajoy el pasado julio, con un discurso más escorado a la derecha en temas de sociedad como el aborto y la eutanasia, y muy duro con el separatismo catalán.

Casado acusó una importante hemorragia de votos hacia la ultraderecha de Vox (24 escaños), pese a hacerle guiños a los simpatizantes de esta formación emergente a fin de que volvieran al redil de los ‘populares’.

Ciudadanos

El partido de centro-derecha liberal pasa de 32 diputados a 57.

Su líder Albert Rivera, fundador de este partido de base socialdemócrata en 2006, endureció su discurso acusando a Sánchez de ser “un peligro público” por dialogar con el separatismo catalán y trabajar con Podemos en sus 10 meses de gobierno.

Pero ahora suma mayoría con él y tal como advirtieron otros partidos, podría recibir muchas presiones, incluyendo el mundo empresarial, para llegar a un entendimiento con los socialistas.

Podemos

Minado por divisiones internas, el partido radical que llegó a soñar con el liderazgo de la izquierda española se llevó un varapalo, pasando de los 67 escaños de la legislatura anterior a solo 42.

Durante la campaña pidió abiertamente al PSOE gobernar juntos, pero con el partido de Pedro Sánchez solo suma 165 escaños, 11 por debajo de la mayoría absoluta.

“Nos habría gustado un resultado mejor”, reconoció su líder Pablo Iglesias, esperanzado no obstante en ser capaces de construir un gobierno de izquierdas.

VOX

La extrema derecha, ausente del Parlamento español desde 1982, vuelve de lleno con esta formación creada hace apenas cinco años, que tendrá 24 asientos.

Es menos de lo esperado por los sondeos, que pronosticaban unos 30, y por sus líderes. No alcanzan a sumar mayoría con Ciudadanos y PP, como sí hicieron a comienzos de año en la región de Andalucía, donde contribuyeron a poner fin a cuatro décadas de hegemonía socialista.

Con todo, celebraron la noche. “Bienvenidos a la resistencia, seguimos adelante, seguimos sin miedo a nada ni a nadie”, tronó su líder, Santiago Abascal.

Independentistas catalanes

En el campo del independentismo catalán, ERC es el gran vencedor, pasando de 9 escaños a 15, frente a Junts per Catalunya, la formación del expresidente separatista Carles Puigdemont, que pierde un diputado y se queda en 7.

Ambos partidos quedaron no obstante lejos de la llamada “mayoría social” en Cataluña, al sumar el 40 por ciento del voto.

Los dos han venido pidiendo a Sánchez un diálogo serio sobre un posible referendo de autodeterminación, pero este reitera que con él en el poder no habrá ni consulta ni secesión.

Esquerra se mostró no obstante posibilista, y en las últimas semanas dejó la puerta abierta a apoyar un gobierno de Sánchez, para impedir un ejecutivo central de derechas o integrado por Ciudadanos, muy hostil al separatismo catalán.

Fuente: AFP

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Aletia Molina